Los carlinos son perros de raza pequeña, y aunque no son “toy”, no deberían llegar a pesar más de 9 kilos, salvo que sufran obesidad, en cuyo caso, habrá que cuidarles de manera especial. Se caracterizan por sus patas cortas y sus orejas pequeñas y caídas y, lo más habitual, es que sean o bien de color crema o negros.

Como sucede en otras razas, las hembras suelen ser más pequeñas que los machos. Podemos encontrar carlinos más “robustos” o más “finos”. Lo mismo ocurrirá con su hocico, que son perros de nariz chata, pero no todos la tienen exactamente igual.

Se trata de una raza divertida, juguetona, y muy sociable, lo que les convierte en ideales para la convivencia con niños. Muchas de sus patologías más comunes son compartidas con otras razas, pero tendremos que vigilar en ellos especialmente:

Problemas respiratorios

Los carlinos pertenecen al grupo de “perros braquicéfalos”, los cuales presentarán una serie de características que harán que tengan mayor dificultad respiratoria:

  • Hocico achatado o aplastado.
  • Cráneo acortado.
  • Estrechamiento de los orificios de la nariz.
  • Paladar blando demasiado largo.

Esto provoca que el perro tenga mayor dificultad respiratoria en algunos casos, y lo cierto es que cuanto más marcadas sean estas características, mayor dificultad tendrá el animal, por eso, existen situaciones que debemos evitar en estos canes:

  • Ejercicio exagerado: sobre todo si ya vemos que jadea con la boca abierta y está fatigado.
  • Evitar paseos en horas de mucho calor.
  • Evitar dejarle en el coche al sol o en sitios calurosos.

Como cualquier otra raza, también podrá presentar colapso traqueal o “tos de las perreras”, que tendrá tratamiento para evitar que el problema vaya a más.

Problemas oculares

Algunos de los más comunes en esta raza son:

  • Entropion: se introduce el párpado dentro del ojo y provoca úlcera y dolor.
  • Cilios ectópicos: son pequeños pelos que nacen en el borde del párpado y al cerrar el ojo rozarán con la córnea provocando la misma situación anterior.

Estos problemas se solucionarán en el veterinario, y en algunos casos, necesitará cirugía para evitar que continúen en el tiempo.

Problemas de piel

Debido a sus pliegues, sobre todo en zona de la cara por su hocico chato, al no ventilar bien puede aparecer acúmulo de suciedad dentro de los pliegues, que podría complicarse con una dermatitis.

Para evitarlo, se deben limpiar con toallitas especiales de clorhexidina en la zona del hocico y de los pliegues en la nariz para evitar que le provoque picor, irritación y malestar.

Problemas de sobrepeso

Es muy importante mantenerles sin sobrepeso, debido a que cuanto más peso, peor respirará el perro y menos aguantará el ejercicio y el calor. A esto se suma que su calidad de vida será mucho peor.

En caso de los machos, por ejemplo, y siempre que el veterinario lo estime oportuno, se puede valorar evitar la castración, para así impedir que coja más peso. Se pueden utilizar dietas especiales y evitar los extras (jamón, pan, comida casera, etc.).

Problemas articulares

Es algo que también le ocurre con frecuencia a otras razas, pero en este caso, si lo sumamos al sobrepeso, el perro tenderá a tener más problemas articulares. Los más comunes son:

  • Rotura de ligamento cruzado.
  • Condrodistrofias, problemas en el cartílago articular.
  • Dolor de cadera y codos en perros mayores debido al sobrepeso.
  • Hernias discales.
  • Hemivértebras.

Esto no quiere decir que porque tengamos un carlino, vaya a tener estas u otras enfermedades, todo dependerá del origen del animal y de su árbol genealógico, pero también es una cuestión de suerte.

Lo recomendable en cualquier caso es tener un buen veterinario, si además es especialista en este tipo de razas, mejor, ya que así podremos tener un buen control y evitar llegar tarde a cualquiera de estas patologías. Recuerda que MAPFRE cuenta con un seguro para Mascotas, que cubre, además, daños al animal por accidente, robo o extravío, defensa jurídica, etc.