Este perro tiene su origen en Suiza, donde fueron reconocidos como una raza independiente, después de haber recibido nombres como Pastor alemán blanco, pastor blanco y otros.

Son animales grandes, atléticos y musculados. Pueden llegar a pesar entre 30 y 45 kilos aproximadamente, siendo de mayor tamaño los machos. Tienen una altura de hasta 70 cm. en función de su origen.

Su pelo es blanco, largo y grueso y es más corto en la cara. Tiene dos capas, siendo más densa la capa interior y más áspera la superior. Las orejas están erguidas y los ojos son pequeños y separados por un hocico alargado. Su cuerpo es elegante y robusto terminando en una larga cola que tiene forma de sable; la lleva siempre colgando menos en el tercio posterior, que muchas veces, va levantado.

Su carácter es ideal si tiene una buena educación desde cachorro. Son perros fieles a su amo, inteligentes, sociables, pero también necesitan actividad y ejercicio diario para mantenerse en forma.

Es recomendable que sociabilicen desde cachorros para que cuando sean adultos no tengan miedos ni se muestren agresivos con las personas o con otros perros. Es bueno también que se acostumbre desde una edad temprana a los ruidos, a los niños, y a todo aquello que pueda generarle miedos de mayor, ya que cuanto antes lo haga, menos dificultad tendrá de adulto.

¿Qué cuidados necesita?

Ejercicio y paseo

Es un perro que se adapta fácilmente a cualquier tipo de vivienda, incluso a un piso, pero siempre que se le dedique el tiempo necesario:

  • Paseos de mínimo 1 hora al día, además de los habituales para que pueda hacer sus necesidades en la calle.
  • Uso de zonas cerradas para poder soltarle y que interaccione con otros perros. Es una raza muy juguetona y le vendrá bien la actividad con otros perros o con una pelota. Con esto también conseguiremos que en casa esté más cansado y evitaremos problemas en su comportamiento cuando se quede solo.
  • Realización de algún deporte como Agility, obediencia o similar que le mantenga entretenido.

Cepillado y limpieza

El Pastor blanco suizo requiere cepillado a diario; podemos aprovechar los paseos, y utilizar un cepillo adecuado que no le haga daño y elimine el pelo muerto del animal. Recordemos que el refuerzo positivo siempre ayuda:

  • Dando premios o snacks.
  • Utilizando palabras agradables y caricias.
  • Asociando el cepillado con el paseo.

En cuanto al baño, lo recomendable es que sea una vez al mes o mes y medio, siempre y cuando el perro esté limpio y por ejemplo, no se haya metido en un charco. Obviamente en estos casos iremos valorando qué hacer y cambiaremos la frecuencia.

Alimentación

Con el Pastor blanco suizo hay que utilizar una dieta completa, que puede consistir en comida húmeda o pienso seco. Es importante tener en cuenta que, al tratarse de un perro grande, alimentarlo con comida húmeda tendrá un coste económico mayor, por lo que una buena idea es darle un pienso de buena calidad que nos recomiende el veterinario.

Cuidados veterinarios

Una vez que hayamos decidido compartir nuestra vida con un Pastor blanco suizo, debemos acudir al veterinario para que pueda hacerle:

  • Una exploración y anamnesis, descartando posibles patologías que pueda tener.
  • Empezaremos un protocolo de desparasitación y vacunación para evitar que contraiga enfermedades infectocontagiosas.
  • Le suministraremos antiparasitarios externos como pipetas o comprimidos en función de cada caso. Teniendo tanto pelaje, será complicado encontrar pulgas, garrapatas u otros parásitos.

El Pastor blanco suizo es un perro inteligente, fuerte y muy leal, pero que requiere cuidados, por eso, es importante acudir al veterinario para que pueda darnos pautas y consejos sobre esta raza. Recuerda que con el seguro para Mascotas de MAPFRE, cuentas con los mejores especialistas con los que consultar tus dudas sobre esta y otras razas.