Empezaremos este artículo explicando que la piel se considera el órgano más grande que existe, es por ello, que cuando un gato presenta una lesión, hay muchos diagnósticos diferenciales que pueden estar pasando.

Empezaremos definiendo cómo debería ser el pelo y piel normal en un gato:

  • Pelo suave y con brillo: si un gato siempre ha tenido este pelaje y de repente, una temporada comienza a ser mate y seco, puede estar avisando de que algo le está ocurriendo al animal.
  • Piel rosada o blanquecina que no presente sequedad y tampoco caspa.

Cuando un gato comienza a perder más pelo del habitual, por ejemplo, puede ser un síntoma de que algo está ocurriendo, ya sea en la piel o a nivel metabólico.

¿Cuándo debo llevar a mi gato al veterinario por un problema de piel?

Si existe rascado

A veces, pueden hacerse lesiones debido a que no aguanten el picor. No es normal que un gato se rasque más de lo que suela hacerlo de manera habitual (2 o 3 veces al día), sobre todo, si sale al exterior y está en contacto con otros gatos.

Si existen lesiones

  • Costrosas: heridas que pican o no.
  • Alopécicas: pérdida de pelo sin herida aparente. Pueden ser aisladas o en zonas más grandes.
  • Si ha habido ectoparásitos y a pesar de eliminarlos, sigue rascándose.
  • Habones, “granitos” o cualquier otra lesión que al gato pueda generarle malestar.

¿Qué le harán en la clínica veterinaria?

En función de las lesiones, el veterinario valorará todos los diagnósticos diferenciales. Los más frecuentes en gatos son:

Otodectes

Son unos pequeños parásitos que se encuentran en el interior del oído, tienen forma de arañas pequeñas que pueden verse con el otoscopio de manera macroscópica.

Provocan mucho picor y se soluciona mediante una pipeta.

Deberá revisarse para considerar repetir o no el tratamiento.

Acné felino

Se trata de unos puntos negros que aparecen en la zona del mentón. Suele verse en gatos de pelo largo y tiene relación con la zona húmeda de la barbilla al beber agua.

Se soluciona con tratamiento tópico y no suele molestarles salvo que se complique con una infección.

Tiña

Es una enfermedad producida por un hongo. Cursa con lesiones alopécicas que sobre todo afectan a animales jóvenes al estar inmunodeprimidos, aunque también pueden afectar a adultos.

Se trata con antimicóticos y es importante descartarla mediante pruebas de laboratorio, puesto que puede transmitirse a personas, sobre todo inmunodeprimidas.

Dermatitis alérgica por picadura de pulga

Se produce cuando la saliva de las pulgas provoca una reacción en la piel y esto lleva al rascado exagerado, llegando a hacer heridas.

Se pueden utilizar antiparasitarios externos para evitar la picadura de la pulga.

Alopecia psicógena felina

La falta de pelo se debe al lamido, a veces por un acicalamiento excesivo por parte del felino. Se puede producir después de una mudanza, con la llegada de alguien nuevo a casa, etc.

Deben descartarse todas las patologías anteriores para confirmar que se trata de estrés.

Dermatitis

Se produce inflamación / infección en la piel que suele cursar con prurito.

Se deben descartar los ectoparásitos y buscar la causa que lo ha provocado, alérgenos, por ejemplo. Lo importante es controlar el picor y buscar la causa.

Existen multitud de patologías que puedan afectar a la piel de los gatos. Siempre que detectemos algún cambio en ella, debemos acudir cuando antes a un centro veterinario, para que mediante las pruebas oportunas nos ayuden a controlar el problema y evitar que vaya a más.

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