La moqueta es un suelo con muchas ventajas. Además de ser cálida y limpia podemos quitarla y ponerla nosotros mismos sin ayuda de nadie. Pero debemos tener en cuenta el tipo de instalación que hicimos al poner la moqueta, para poder quitarla de la forma adecuada.

Quitar la moqueta según la fijación

Si la moqueta nos la instaló un profesional hay que descubrir qué técnica utilizó y puede ser más complicado el proceso. Pero si lo hicimos nosotros, aunque nos costase mucho trabajo en su momento, resulta más sencillo quitar la moqueta deteriorada.

En el caso de que la instalásemos de manera libre, lo único que tendremos que hacer será quitar los muebles que están encima sujetándola, levantar los rodapiés y retirar la moqueta.

Otro de los sistemas que pudimos utilizar para poner este suelo pudo ser la cinta adhesiva de doble cara. Aunque esta técnica nos puede llevar más tiempo también es sencilla de quitar. Lo primero que haremos será levantar una esquina con cuidado para ver la tira adhesiva que estará colocada en forma de rejilla, por lo que habrá zonas sin adhesivo. Tirar directamente para despegar el suelo puede ser una tarea ardua, así que lo mejor es empezar recortando con un cúter las piezas cuadradas de moqueta sin cinta.

Cuando en nuestra estancia solo quede la rejilla de moqueta, rascaremos los trozos de cinta con un rascador que tenga una hoja afilada y con un tamaño adecuado para agilizar el trabajo.

Si por el contrario la técnica que usamos en su momento para instalarla consistió en encolar toda la superficie, esta será la manera más difícil de sustituir la moqueta, ya que lo único que podemos hacer es tirar con fuerza hasta despegar todo el suelo.

Cómo eliminar los restos de adhesivo

Cuando hayamos terminado de quitar la moqueta veremos que nos quedarán restos de adhesivo en el suelo. Antes de instalar el nuevo revestimiento tendremos que eliminar todos los restos con una espátula intentando rascar todo el suelo a mano. Aunque lo más recomendable en este caso es utilizar una pulidora industrial si podemos conseguir una, ya que, aunque a las esquinas no llegue, nos ahorrará mucho trabajo.

Lo último que nos queda es elegir el nuevo revestimiento teniendo en cuenta la técnica que queremos realizar para instalar otra moqueta o cualquier otro tipo de suelo.