Con la llegada del calor, aparecen los indeseables parásitos externos tanto en perros como en gatos. Muchos de ellos son muy conocidos, como es el caso de las pulgas o de las garrapatas; además, están los mosquitos o las moscas, que provocan enfermedades como la Leishmaniosis o la Thelazia, que detallaremos a continuación.

¿Qué es la Thelazia y cómo sé si mi perro la tiene?

Se trata de un gusano nematodo, un parásito ocular, que se aloja en el interior del ojo de los perros, y aunque es diminuto y no se aprecia fácilmente, provoca alteraciones oculares.

Su manera de llegar al ojo del animal es a través de las moscas. Éstas son frecuentes en las zonas en las que hay árboles frutales y lo que hacen, básicamente, es buscar las secreciones del ojo para depositar en ellas una fase larvaria del parásito que, con el tiempo, evolucionará a adulto.

En el ojo hacen un ciclo biológico, donde podemos encontrar adultos o huevos que no se ven macroscópicamente.

Es de vital importancia saber si nuestro perro es portador de estos parásitos, ya que son una zoonosis y, por tanto, pueden transmitirse a los humanos.

Los síntomas más habituales de Thelazia son:

  • Molestia ocular, picores, etc.
  • Lagrimeo continuo, incluso con legañas verdosas.
  • Conjuntiva enrojecida.
  • Pérdida de pelo alrededor de los ojos por rascado.

Cuando nuestro can tiene síntomas como los anteriores, debemos acudir al veterinario, puesto que podemos pensar que es una conjuntivitis sin más y realmente no es así, y puede estar complicándose el problema por estos parásitos.

¿Cómo se diagnostica?

La manera de confirmar que nuestro perro tiene Thelazia es acudir al veterinario para que, mediante una exploración ocular, pueda darse cuenta de la presencia de estos parásitos.

A veces, con gotas anestésicas pueden verse algo mejor, aunque no está demostrado que ese sea el mejor método, ya que estos parásitos tienden a meterse en el interior del ojo y es necesario material especial para poder verlas. Solo en el caso de que haya una infestación masiva, se podrán ver las larvas en medio del ojo sin dificultad.

Tratamiento

El tratamiento como tal es retirar una a una las larvas adultas, puesto que son las que causan el problema de conjuntivitis, picor, enrojecimiento y molestias en general al perro.

Para ello, hay veces que debemos sedar al animal, puesto que las larvas son tan pequeñas, delgadas, alargadas y poco visibles (8-18 mm de longitud, 0,03 mm de diámetro) que si no, no es posible. Serán necesarios al menos dos veterinarios, uno con una mano abrirá la conjuntiva, siempre con material especial para no dañar, y con la otra se extraerán las larvas una a una.

También existen antiparasitarios especiales con afoxolaner y milbemicina, que, si se administra de manera mensual, se evita el establecimiento de la Thelazia.

Prevención del parásito ocular

Realmente es muy difícil evitar que una mosca se pose sobre el ojo de nuestros perros, por tanto, lo ideal es poner mensualmente el antiparasitario y ante la mínima duda de molestia ocular, acudir al veterinario y que lo revise.

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