Antes de nada, debemos saber que los caballitos de mar son especies protegidas, lo que significa que, si consideramos tener una después de conocer todos sus cuidados, debemos registrarlo en las autoridades competentes. También debemos hacerlo en caso de obtener crías mediante una pareja de ellos.

Son unos animales que llaman mucho la atención por su elegancia y la fantasía de poder contar con uno de ellos, pero a su vez debemos saber que no es fácil mantenerlos ya que son muy delicados.

Características principales

Presentan una cabeza con un hocico alargado que asemeja a la de un caballo y un tronco y cola redondeada como las de un pez. Se distingue de los peces en que no tiene escamas, presenta un recubrimiento de anillos óseos que en ocasiones puede ayudarle a evitar ser depredado por otras especies de peces. El cuerpo erguido y su cola son los que hacen que puedan impulsarse a la hora de desplazarse.

También llama mucho la atención su manera de reproducirse, es el macho quien lleva los huevos y los insemina hasta que nacen las crías, siempre depositándolos en lugares tranquilos y escondidos para evitar depredadores. Como hemos dicho, estas crías deberán registrarse como animales protegidos.

Alimentación

Se caracterizan también por no presentar estómago, solo y directamente un intestino delgado. Lo que ocurre con esto es que antes de ingerir comida deben haber digerido la toma anterior, por lo que son digestiones lentas, esto es un problema si conviven con otras especies, porque puede dar lugar a que no les dejen comer. Si por el contrario están solos, la pecera se ensuciará con mayor rapidez al tener siempre comida para que puedan alimentarse cuando lo deseen.

Se alimentan de alimentos vivos como larvas de pez o zooplancton, pero siempre de una manera lenta y tranquila.

Hábitat en el acuario

Esto es una parte muy importante, sobre todo si conviven con especies que sean un problema para ellos, tanto en lo que a alimentación se refiere como a que haya ataques hacia ellos.

El acuario además necesitará una temperatura similar a la de peces de agua caliente, en torno a unos 22-26 grados. Esto se puede conseguir y mantener de manera sencilla, siempre se puede comprar un termostato, pero hay otras peculiaridades a tener en cuenta, hay que prestar especial atención a la densidad del agua, que debe estar entre 1.023 a 1.026, un pH de 8.2 a 8.4. y una cantidad de sal en el agua de 38 gramos por litro aproximadamente. Si algo de esto tuviese variaciones, podría dar lugar a la muerte de este tipo de especies.

El acuario en el que los situemos tendrá que estar sumamente limpio y bien oxigenado, aunque hay que evitar las máquinas de aireación para que no se produzcan bolas de oxígeno. También es muy importante a la hora de elegir el acuario la presencia de algas o corales para que el animal pueda enrocarse en ellos y se sienta más cómodo.

Debemos tener también zonas donde puedan esconderse como plantas y elementos decorativos, pero que no varíen la calidad y condiciones del agua de la pecera, para evitar que mueran.

Lo ideal es tener siempre una pareja y se sociabilizarán bien con otras especies, sobre todo que no coman más rápido que ellos para así asegurarnos de que se alimenten bien.

Por tanto, al tratarse de una especie tan sensible, debemos preocuparnos y ser consciente de si podremos mantener las condiciones adecuadas del acuario para evitar que mueran por cualquier alteración en alguno de sus parámetros necesarios.