Las cortinas rústicas son aquellas que logran complementar la decoración de una casa rural de una forma relajada, manteniendo el vínculo con la tradición y la armonía con la naturaleza. El objetivo es ser fiel al estilo rústico, que es aquel que aboga por lo acogedor, lo tradicional y por la conexión con la naturaleza exterior.

No es un estilo exclusivo de las casas de campo: los interioristas apuestan cada vez más por diseñar viviendas urbanas siguiendo las líneas de este concepto.

Si tú también quieres convertir tu hogar o tu segunda residencia en un paraíso cálido que recuerde las vivencias del pasado, debes saber que hay ciertos elementos que nunca deben faltar, y las cortinas rústicas son uno de ellos.

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Cortinas rústicas: materiales y colores

Las cortinas de estilo rústico presentan unas características claramente identificables:

Materiales

Están elaboradas, principalmente, con materiales naturales que portan calidez, como el lino de trama abierta, el algodón, la lana, el yute y la arpillera.

Estos materiales se complementan a la perfección con la madera y la piedra, dos básicos en la decoración rústica.

Colores

En las cortinas rústicas triunfan los colores neutros y los cálidos que se asocian tanto a los elementos inorgánicos de la naturaleza (tonos arena, blancos, grises, beige) como a las plantas y flores (verdes, rojos, amarillos y anaranjados, principalmente).

Ideas para decorar con cortinas rústicas

Existe una infinidad de formas de decorar una estancia y tipos de cortinas rústicas. A continuación, te damos las claves para que sepas conjugar los elementos y crear espacios con marcado sabor rústico.

Lisas o estampadas

Las cortinas en colores lisos y neutros aportan calidez y amplían visualmente el espacio, sobre todo si se escogen del mismo tono que las paredes. Las de lino en color crema son perfectas para estancias donde la madera es la protagonista.

Las de estampados florales son perfectas si lo que se busca es dar vida y naturalidad a la estancia.

Pero, si no quieres un efecto recargado, elige estampados en tonos neutros y tierra.

Hasta el suelo

Tanto si a tu casa le sobran metros como si le faltan, haz que las caídas descansen sobre el suelo dejando unos cinco o diez centímetros de largo de más. Las cortinas elaboradas con fibras naturales ganan en belleza cuando tocan el suelo, ya que así se consigue que la caída sea más orgánica y agradable.

¿Barra o riel?

Aunque las dos opciones son adecuadas para el estilo rústico, la barra permite reforzar el ambiente tradicional y natural que se busca. Se puede elegir en madera o forja y en diferentes terminaciones.

Si buscas un plus de originalidad, puedes sustituir la barra tradicional por una rama de árbol seca, una idea genial para integrar la naturaleza en el salón rústico.

El valor de lo artesanal

Las cortinas rústicas aceptan muy bien la personalización, lo único, lo inusual. Y no nos referimos solo a las cortinas hechas a mano, sino a aquellas que se han elaborado a partir de materiales reciclados.

Una simple tela de saco con el sello de la marca puede elevar el encanto rústico a lo sublime. Para suavizar su rudeza, se suelen combinar con caídas voile de algodón blanco.

El macramé juega también un papel relevante en los espacios rústicos. Por ello, una de las tendencias más actuales es vestir las ventanas con este tipo de tejidos. El resultado es desenfadado, natural y con un toque hippie chic.

Cortinas de café

En las ventanas de las cocinas rústicas es un acierto apostar por cortinas de café, que son aquellas que se adaptan a la mitad de las ventanas. Se utilizan como elemento decorativo con el que, además, se busca mantener la privacidad del interior sin renunciar a la luz.