Si te has decidido a dar el paso a una dieta vegana, sabrás que la despensa no es lo primero que tienes que adaptar. Lo principal es modificar los hábitos a los que estuvieras acostumbrado y la percepción de los seres vivos que tenías hasta ahora.

Cómo empezar en el veganismo

Una vez que pases esa barrera, no sólo renuncias a comer carne, también lo harás a utilizar ciertas prendas como cazadoras de cuero o jerséis de lana, o a determinados cosméticos, por poner unos ejemplos. En la filosofía vegana el respeto por los animales implica no consumir ningún producto o servicio que, de una manera directa o indirecta, haya afectado a algún animal a lo largo de su vida. Por eso, no hay que confundirla con la vegetariana.

Es recomendable que, una vez que te animes a dar este cambio, se lo comuniques a los más cercanos para evitar situaciones embarazosas. Imagina que vas a cenar a casa de unos amigos y te plantan en la mesa una bandeja con un hermoso cochinillo al horno que llevan preparando todo el día. Mejor anticiparse que tener que dar explicaciones innecesarias después.

Es muy importante también que trates de familiarizarte, poco a poco, con los nuevos sabores que van a irrumpir en tu vida. Investiga qué nutrientes tienen, qué te pueden aportar, qué recetas hay sobre ese alimento… Todo esto te ayudará a elaborar una dieta sana y equilibrada.

Organiza tu despensa vegana

Antes de ponerte manos a la obra en la reestructuración de la despensa, límpiala a fondo. Elimina todo aquello que ya no vaya a formar parte de tu dieta y también los productos de los que tengas dudas y estén sin etiquetar.

Ordena por grupos de alimentos: cereales (arroz, quinoa, mijo, cebada, cuscús, trigo, harina), pastas, legumbres (lentejas, garbanzos, tofu…), masas vegetarianas para hamburguesas y croquetas, frutas y vegetales (frescas, en conserva, deshidratadas), frutos secos (nueces, semillas), saborizantes, especias, vinagres saborizados, algas, endulzantes naturales, etc.

Ten a mano algunos caprichos, tanto para ti como para los invitados que tengas en casa. Chocolate amargo o de soja, palomitas de maíz, paquetes de mezclas orgánicas para preparar muffins o bizcochos…

Alimentos que no deben faltar en tu despensa

Cuanta más variedad de alimentos haya en tu despensa, más fácil te será llevar una dieta sana, equilibrada y rica en nutrientes. Cuando vayas al supermercado, pregunta todo lo que necesites saber, interésate por esos productos que antes habías pasado por alto o que no sabías que existían.

Busca recetas nuevas y no tengas miedo de experimentar y dejarte sorprender con los nuevos sabores. Y si estás muy perdido y no sabes ni por dónde empezar, debes saber que hay una serie de alimentos que no deben faltarte porque te lo pondrán más fácil a la hora de elaborar tus menús diarios. Empieza comprando estos productos y, poco a poco, irás familiarizándote con todas las variedades de alimentos veganos que tienes a tu disposición.

  • Agar agar. Esta mezcla de algas incolora e insípida se emplea como sustituto de la gelatina convencional y sirve como espesante natural. Si quieres utilizarlo para ensaladas debes sumergirlo en agua durante diez minutos o cocerlo el mismo tiempo si lo que quieres es hacer gelatina.
  • Leches vegetales sin lactosa (de soja, avena, o almendras). Tienen un aporte de vitamina B, sodio y potasio y cero calorías.
  • Levadura de cerveza. Existe en su versión en copos, ideal para preparar sopas y purés, o en polvo para condimentar las bebidas. Es conocida porque favorece el crecimiento de uñas y pelo y regula el tránsito intestinal.
  • Mijo. Es un cereal muy importante en las dietas veganas por la cantidad de nutrientes que aporta al organismo. Es una fuente de fibra, lo que ayuda a regular el estreñimiento. Además, su alto contenido en magnesio y vitamina B favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso y previene de calambres musculares. También posee fósforo, que mejora la memoria y fortalece los dientes. Y vitamina E, que ayuda a las defensas.
  • Sal de sésamo. Es un condimento con sabor a frutos secos que aporta minerales, ácidos grasos insaturados y proteínas. Ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
  • Seitán. Es la carne de los veganos, ya que su aspecto una vez cocinado es muy parecido. Además, se prepara igual: frito, rebozado, asado… y es una gran fuente de proteínas.
  • Tahini. Esta crema de sésamo se utiliza como sustituta de la mantequilla, aunque también se usa para hacer Humus o, incorporándole unas gotas de limón y ajo, como salsa de acompañamiento.
  • Tamari. Se trata de una salsa hecha a base de soja, agua y sal para acompañar las verduras. Ayuda a combatir el cansancio y facilita el proceso de la digestión.
  • Tofu. Es un derivado de la soja rico en proteínas, calcio y minerales. Se consume fresco o cocinado con especias.

Estos alimentos son sólo algunos de los muchos que puedes adquirir en el supermercado, donde cada vez es más fácil encontrarlos debido a la creciente demanda. Pero es muy importante de que te informes bien de qué nutrientes te aportarán, porque de lo contrario puedes correr el riesgo de estar llevando una alimentación pobre que no cumpla con los niveles mínimos indispensables. Con el Seguro de Salud MAPFRE podrás estar tranquilo, ya que cuentas con profesionales que te asesorarán al respecto.