Todos somos capaces de comer con palillos, aunque solo sea el arroz y usándolos a modo de cuchara, pero esa no es la manera en la que debemos hacerlo. Poder dejar de hacer esfuerzos agónicos cuando comamos en un restaurante oriental es el objetivo.

Colocación y protocolo de los palillos

Lo primero que debemos saber es que los palillos nunca deben entrar en contacto con la boca, ya que según las costumbres orientales esto es de mala educación cuando degustas tu menú asiático.

Entre bocado y bocado tendremos que colocar los palillos sobre el reposapalillos que se encontrará junto a nuestro plato o nuestro bol.

Siempre deben colocarse en paralelo, si los colocamos cruzados podemos darle un buen susto a los comensales orientales que tengamos en la mesa, especialmente si son chinos, ya que esta posición simboliza la muerte.

La técnica de comer con palillos

Pero pongámonos manos a la obra, lo primero que tendremos que hacer para saber cómo utilizar los palillos es colocar uno de ellos entre el pulgar y el dedo corazón, para que descanse en el hueco de la base del pulgar y sobre la unión de la primera y la segunda falange.

La muñeca debe estar relajada y los dedos también, si están tensos no conseguiremos realizar el segundo paso.

El segundo palillo lo colocaremos entre el pulgar y el dedo índice, la parte inferior debe sostenerse con la yema del dedo pulgar y la superior con la yema del índice.

Los palillos deben quedar colocados de forma paralela. Hemos de tener en cuenta que el primer palillo es el que quedará fijo y será el segundo el que tendremos que mover con destreza.

Nadie dijo que fuera fácil, porque a veces parece que los palillos están vivos y toman sus propias decisiones, pero todo es cuestión de práctica, así que solo hay que ir ensayando con pequeños objetos antes de acudir al restaurante. Coger corchos y bolitas de papel puede ser un buen ejercicio para después no fallar con el sushi.