El cuadro general de distribución o cuadro eléctrico es un elemento indispensable y crucial en el sistema eléctrico de un hogar. Pero para instalarlo se precisan herramientas seguras y homologadas y, de hecho, para su correcta y legal instalación, se requiere certificación o supervisión profesional y autorizada. En añadidura, el cuadro que se coloque debe ser normalizado conforme a la normativa vigente.

Criterios y normas de instalación

Como primer paso ineludible, antes de comenzar la instalación, es indispensable cortar el suministro eléctrico a través del interruptor general; a continuación, es necesario que tengas en cuenta y observes algunos detalles que te facilitarán la instalación, además de favorecer que ésta sea correcta y con garantías.

  • El cuadro nuevo debe situarse lo más cerca posible del punto de entrada en la casa de la derivación individual. Habitualmente se ubican en la propia entrada de la vivienda, sobre la puerta principal o en la pared adyacente a ésta.
  • El número de circuitos independientes –cada uno con su interruptor automático- que necesites para tu instalación personal y que conforman tu cuadro eléctrico, depende directamente del número de equipos eléctricos que tengas o que tengas previsto tener en tu vivienda.
  • El cuadro eléctrico consta de un interruptor general y diferentes dispositivos de protección contra cortocircuitos y sobrecargas de cada uno de los circuitos que parten de él y un interruptor diferencial.
  • El nuevo cuadro debe ser normalizado y homologado respecto a la normativa vigente; además, debe corresponder en número de circuitos a las necesidades de tu vivienda al número de circuitos que se necesiten alimentar en el hogar.

Los pasos en la instalación del cuadro eléctrico

Teniendo en cuenta estas precauciones y observando estos consejos, la instalación de un cuadro eléctrico pasa por los siguientes pasos:

  1. Retirada del marco del antiguo cuadro, en caso de existir y tratarse de una sustitución o renovación de cuadro. Localizar, numerando correctamente los automáticos de los diferentes circuitos independientes de los que consta tu instalación y hacer lo mismo con los cables que salen de cada automático –poner el mismo número a cable y automático-  para facilitar la correcta conexión en el mismo lugar posteriormente.
  2. Fijar y colocar en el espacio correspondiente el nuevo marco y encajar sobre sus raíles todos los elementos de mando y protección que se van a necesitar. Primero es aconsejable colocar el interruptor general, seguido del interruptor diferencial y de los demás interruptores automáticos e individuales de cada circuito.
  3. Ahora es necesario, por comodidad y facilidad, que procedas a conectar los cables de entrada al interruptor general automático y la salida del interruptor general a la entrada.
  4. La salida del diferencial debe ir unida a la entrada del primer interruptor automático y sucesivamente, por la parte superior, debes conectar cada elemento de cada una de las fases y todos los neutros a los interruptores restantes.
  5. Seguidamente, debes pasar a conectar la salida de cada uno de los diferentes interruptores automáticos a sus correspondientes cables. A su vez, estos cables de tierra de todos los circuitos individuales deben conectarse a la toma de tierra general que necesariamente debe incluir el sistema eléctrico.
  6. La comprobación de que todo el sistema está correctamente conectado y la verificación de que las conexiones de la instalación y su estado es el adecuado debe ser el penúltimo paso de toda instalación.
  7. Finalmente cierra el marco y coloca la tapa protectora.

Aunque sepas como cómo instalar un cuadro eléctrico, nunca debes perder de vista que se trata de un trabajo profesional y solo apto para electricistas experimentados; si no es tu caso, lo más recomendable es recurrir a personal capacitado e instaladores autorizados para evitar problemas graves y correr serios riesgos que ponen en peligro tu vivienda y tu propia seguridad.

Con una instalación eléctrica segura, estarás mucho mejor protegido;  aunque existen fallos ajenos al sistema interior de tu vivienda que son imposibles de evitar en muchos casos. Para ello, completa tu protección con el Seguro de Hogar MAPFRE y sus asistencias y coberturas específicas para cubrir tus necesidades  y las de tu vivienda.