Existen muchos problemas víricos en los perros que causan enfermedades. El parvovirus es muy frecuente en aquellos cachorros que no están vacunados o bien en aquellos que hayan sido vacunados en un momento no adecuado. También pueden verse afectados algunos perros adultos que no han sido vacunados, si han sido expuestos de alguna manera a este virus.

¿Qué es el parvovirus?

Se trata de un virus que afecta al aparato digestivo de los perros, provocando alteraciones en las vellosidades intestinales, dando lugar a cuadros digestivos de los que hablaremos más adelante en este artículo.

Este virus es muy resistente a agentes físicos y químicos, por lo que tiene una transmisión fácil de un perro a otro.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Anorexia: empiezan por dejar de comer o tener menos apetito, y esto puede aparecer en cuestión de horas.
  • Vómitos: es un síntoma que puede ir aislado o junto con diarreas. Pueden vomitar o regurgitar y esto ocurre porque el aparato digestivo deja de tener motilidad, por lo que lo poco que ingieren e incluso el agua, lo expulsan.
  • Diarreas: son muy frecuentes, pueden no tener sangre al principio, pero según avanza la enfermedad suelen tenerla. Estas diarreas provocan deshidratación en el perro, ya que las pérdidas digestivas serán mayores que la ingesta.
  • Fiebre: al tratarse de un virus, provocará aumento de la temperatura, lo que hará que el perro esté más decaído.
  • Decaimiento: es frecuente que el animal esté más decaído, letárgico…sobre todo según avanza la enfermedad debido a las pérdidas tan severas, según avancen los días.

Estos síntomas pueden aparecer todos juntos o aislados, pueden durar uno o dos días o a veces, hasta diez en función del perro, de la edad y de su sistema inmunitario.

El problema principal de esta patología es que pueden llegar a deshidratarse al tener pérdidas y al perder las vellosidades intestinales que harán que no quiera comer ni beber y se encuentre mal.

¿Cuál es el tratamiento?

Si vemos que el perro tiene vómitos o diarreas, o ambos, debemos acudir cuanto antes al veterinario.

Mediante un test rápido de heces podremos confirmar la enfermedad y poner un tratamiento cuanto antes.

Al tratarse de un virus, no hay medicación que lo cure, sino que lo que hacemos es instaurar un plan de fluidoterapia con electrolitos, glucosa y multivitamínicos para evitar la deshidratación.

Además, se instauran tratamientos con:

  • Protectores digestivos.
  • Antieméticos para evitar vómitos.
  • Antibióticos para evitar infecciones secundarias.
  • Inmunomoduladores.

Lo ideal es hospitalizar con suero intravenoso y hacer un control exhaustivo para tener mejores resultados.

¿Cuál es el pronóstico?

Siempre reservado. Dependerá única y exclusivamente del perro en cuestión.

Los cachorros de raza más pequeña y menor edad tendrán menos posibilidad de éxito que un perro adulto y con alguna vacuna, pero, aun así, en todos ellos, el pronóstico es reservado.

Una buena señal de la enfermedad es que el perro empiece a tener apetito mientras esté hospitalizado, así se podrá empezar a darle medicaciones orales. Antes no tendría sentido hacerlo puesto que no lo absorbería bien y lo vomitaría.

¿Es contagioso?

Se trata de una de las enfermedades más contagiosas en perros. De hecho, en los hospitales se les ingresa en sitios distintos, en áreas de infecciosos, para evitar el contagio con otros canes.

Una vez superan la enfermedad, pueden eliminar el virus hasta 3 semanas después, pudiendo contagiar, por ejemplo, al perro del vecino si comparten el mismo parque, en el paseo, mediante las heces, lamidos, etc.

¿Cómo prevenir el contagio?

La manera de prevenir es sencilla y es mediante un buen protocolo de vacunación, bajo la indicación de un veterinario.

Siempre que tenemos un cachorro nuevo, las ganas de sacarle de paseo son grandes, ya que la idea es acostumbrarlo cuanto antes a la calle y que no haga nada en casa. Pero una vacunación demasiado temprana puede ser la causa de contagio en el perro, y a la pregunta “¿por qué se ha contagiado mi perro si está vacunado?”, la respuesta sería “porque no ha sido vacunado de la manera correcta”.

Existen casos de cachorros vacunados e infectados y la respuesta a eso es siempre un mal protocolo de vacunación por insistir en sacarlo cuanto antes o por llevarle al parque entre vacuna y vacuna.

Para la mejor prevención, nada es más recomendable que seguir las pautas y no sacarle a la calle hasta que no haya terminado el protocolo.

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