¿Qué es la osteoartritis?

El problema que ocurre en las articulaciones, siendo las más afectadas codos, caderas, vértebras lumbares y torácicas, sacro o rodillas, es que el cartílago articular, que es quien protege la articulación se degenera, sumado a la formación de nuevos tejidos óseos en estas cavidades articulares dan el nombre a la osteoartritis, causando molestia y dolor en los animales que lo sufren.

Teniendo esto en cuenta, podemos englobar la osteoartritis en el grupo de patologías articulares que afectan a perros de edad media o avanzada. También conocida como artrosis, al oír este término nos imaginamos que solo afecta a perros geriátricos, pero no es así. Se trata de una enfermedad “silenciosa”, por lo general, muestra mascota no dará grandes pistas para descubrir que la tiene.

¿Cómo sé si mi perro lo tiene?

Cuando un perro tiene este tipo de patología, muchas veces no nos damos cuenta porque es un dolor crónico, es decir no aparece de la noche a la mañana, sino que un día molesta, al siguiente un poco más, hasta que el perro se va “acostumbrando” a ese dolor y pasa desapercibido, en otras ocasiones podremos ver síntomas muy específicos como cojeras.

Síntomas de la osteoartritis en perros

  • Decaimiento: si afecta a perros jóvenes, su estado de ánimo comienza a estar más deprimido y podemos darnos cuenta con más facilidad. Sin embargo, si es mayor puede confundirnos su estado y achacarlo a la edad. Lo que no sabemos es que en muchas ocasiones se encuentran así por molestia en las articulaciones y por tanto dolor.
  • Letargia: caminan más despacio que antes, no juegan igual o ya no corren tras otros perros o juguetes.
  • Dificultad a la hora de incorporarse de la cama o de cualquier otro sitio que esté tumbado.
  • Cojeras, de miembros anteriores, posteriores o alternos.

Existen razas más predispuestas a sufrir este tipo de patologías como pueden ser:

  • Cualquier tipo de raza grande
  • Pastor Alemán
  • Labrador
  • Golden Retriever
  • Bretón

Pueden ser patologías hereditarias y que aparezcan en edades medias, como un perro de 5 años, no hace falta que sean pacientes geriátricos de 14.

 

Ante cualquier signo de los anteriores que nos llame la atención, debemos acudir cuanto antes al veterinario, el Seguro para Animales MAPFRE pone a tu disposición los mejores centros para que hagan las pruebas pertinentes a tu mascota, en este caso una buena exploración traumatológica y valorar pruebas complementarias como un estudio radiográfico, por ejemplo.

En este tipo de pruebas se podrá ver en imágenes dichas alteraciones. En ocasiones será necesario una buena sedación, para que esté más quieto y a la hora de manipular o estirar las extremidades evitemos causarle dolor.

Otras veces descubriremos esta patología de casualidad, por ejemplo, al hacer una radiografía de abdomen puede aparecer en la prueba una articulación dañada, en cualquiera de los casos se instaurará un tratamiento para evitar el dolor.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento dependerá de cada caso en concreto, pero lo más importante en todos, será que el perro no tenga dolor en la medida de lo posible, y pueda llevar una vida normal.

Existen antinflamatorios, condroprotectores, y anticuerpos monoclonales que se utilizan siempre bajo control veterinario, y ayudan bastante a poder llevar una vida normal.

Siempre que tengamos un síntoma leve en nuestro perro, debemos acudir a nuestro veterinario para que valore que no exista ningún tipo de las llamadas enfermedades “silenciosas, en la que el perro tiene dolor, pero no tiene que chillar o aullar como tal para demostrarlo.