Factores como la raza, la alimentación, la edad, el ritmo de vida del animal o su tipo de pelo afectan a su manera de desprender olor; por eso, existen una serie de métodos o recomendaciones para evitar que éste sea desagradable en nuestra convivencia con el animal.
¿Cuáles son las recomendaciones para bañar a nuestro perro?
Lo recomendable es intentar bañar a nuestro perro una vez al mes o cada 5-6 semanas, dependiendo de lo sucio que esté y el olor que desprenda. Podemos utilizar un champú fisiológico, pero intentando que sea el más adecuado al tipo de piel del animal (teniendo claro si es seca, grasa, si tiene algo de seborrea o si tiene caspa) también debemos elegir el jabón en función de si tiene pelo largo o corto, o si existe alguna patología crónica, que, en este caso, el veterinario nos recomendará el más adecuado.
Normalmente, se recomienda dar dos veces el champú con aclarado entre medias y, sobre todo, que el último aclarado se haga muy bien, ya que el hecho de dejar restos de jabón en la piel del animal puede producirle trastornos como dermatitis.
También debemos pensar que la capa más superficial de la piel de los perros contiene grasa y al mojarla o dejarla húmeda puede provocar mal olor en el animal. Por eso, es importante secar muy bien la zona de la piel, ya que en ocasiones pensamos que lo está y, sin embargo, aunque la apariencia del pelo superficial es esa, la parte interior sigue húmeda.
¿Qué razas de perro son más propensas al olor?
Los perros de razas con pliegues pueden tener más problemas de olor, ya que su piel suele tener zonas que no traspiran bien y se quedan húmedas más fácilmente. Estas razas son, por ejemplo:
- Bull dog inglés o francés.
- Carlino.
- American Staffordshire.
- Sharpei.
Patologías que provocan olor en los perros
En los oídos
Los perros con orejas caídas suelen tener más facilidad para almacenar humedad dentro del conducto auditivo, lo que muchas veces deriva en levaduras “malasezzias”. Esto, a parte de una secreción, provoca un olor muy característico y desagradable, que necesitará tratamiento para poder eliminarlo.
En la boca
Otro problema frecuente en muchos canes es la enfermedad periodontal, mediante la cual se acumula sarro en sus dientes y se inflaman sus encías debido a la infección. Esto provoca que desprendan un olor muy fuerte. Es más habitual en canes ancianos, pero también en razas pequeñas o miniatura, por eso es recomendable que se les realice una limpieza de boca una vez al año y luego hacer un mantenimiento en casa con las indicaciones del veterinario.
Problemas en la piel
Las levaduras que comentábamos en las orejas también pueden encontrarse en las zonas de las almohadillas, patas, o en el abdomen, por ejemplo. Esto provoca mal olor generalizado en el perro, que no se quitará con baños, hasta que no se aplique un tratamiento.
Por tanto, antes de elegir una raza en concreto de perro con el que compartir nuestra vida, debemos saber bien lo que se puede hacer para mantener la higiene de nuestra mascota. Por ejemplo, si no soportamos los olores fuertes, una raza como el labrador o el Golden no son los más recomendables, ya que bañarlos una vez al mes tiene sus complicaciones de tamaño, secado, mantenimiento, etc.
No obstante, si nuestro perro huele y no deja de hacerlo tras un buen baño, deberíamos consultar al veterinario y no olvidar que la piel es el órgano más extenso de su cuerpo y donde más patologías podemos encontrar que causen ese olor.
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