Cuando un perro ladra, no lo hace porque sí, es decir, intentan comunicarse porque les pasa algo. Pueden hacerlo porque están contentos, enfadados, porque piden juego o, a veces, por la inseguridad de estar solos.

Cuando ladra de manera exagerada, deja de ser un medio de comunicación entre propietario y perro y es frustrante no poder hacer que se calle. En estos casos habrá que saber por qué ladra:

  • ¿Defender lo que es suyo?: ocurre cuando alguien entra en su casa o si en el paseo te paras a hablar con otra persona y no deja de ladrar durante toda la conversación.
  • Inseguridad o miedo: sucede cuando un perro está asustado y ante cualquier ruido, gesto de una persona, o incluso solo al ir a acariciarlo, ladra. Piensa que se trata de un ataque hacia él y su manera de expresarlo es ladrar sin parar.
  • Soledad: muchos perros ladran si están solos en casa. Es un tema difícil del que hablaremos más adelante, sobre todo cuando este ladrido es excesivo y puede afectar a los vecinos.

Cuando un perro está en la etapa de los 2 a 4 meses, es cuando debemos socializarlo tanto con otros perros como con personas, ruidos y actos que queremos que haga cuando sea mayor.

Si durante esta etapa no lo conseguimos, será un perro que en el futuro tendrá desconfianza e inseguridad que harán que ladre a todas horas por miedo, propiedad, etc.

¿Por qué ladra mi perro?

Lo primero que tenemos que hacer es ver en qué momento ladra y si es exagerado y algo negativo o ladra por juego o llamar la atención.

Cuando un perro ladra en el parque pidiéndonos tirar el juguete, es normal; o si ladra cuando cogemos la correa para ir a la calle, también puede ser un hecho positivo. Cada propietario valorará si es algo que quiere que haga o no.

El problema viene cuando:

  • Se queda solo en casa 8 horas y los vecinos comentan que el perro no deja de ladrar de manera exagerada. (SOLEDAD, ANSIEDAD)
  • Cuando nos cruzamos con niños y no deja de ladrarles a ellos u otras personas (MIEDO)
  • Si vienen invitados a casa y ladra constantemente (PROTECCIÓN)
  • Cuando llaman al timbre de casa (INSEGURIDAD)

¿Qué puedo hacer para que no ladre?

Cuando el problema es serio, lo ideal es contactar con un etólogo veterinario; ellos nos ayudarán a conocer cuál es el miedo del perro y valorar cuál puede ser la mejor opción para solucionar el problema.

Existen dos maneras de buscar solución a los ladridos:

  • Mediante un refuerzo positivo (que es la más utilizada) y consiste en premiar el silencio o que el perro esté tranquilo,
  • Mediante algo negativo que no funcionará: un perro que ladra por miedo, por mucho que le asustemos o le asociemos algo malo al ladrido, solo reforzará la conducta negativa.

Los problemas más frecuentes de ladrido son:

Ladridos excesivos cuando llaman al timbre

En estos casos se suele regañar o gritar al perro “cállate”, otra opción es acariciarle para que se relaje; pero la realidad es que ninguna de las dos sirve de nada: el perro no entiende qué está pasado y seguirá haciéndolo.

Por mucho que nos cueste, lo que debemos hacer es ignorarle poniéndonos delante de él y solo premiar el silencio, una vez deje de ladrar. No es tan sencillo y habrá que dedicarle tiempo, paciencia y encontrar cuál es la causa de por qué el perro ladra cuando llaman al timbre.

Algunos piensan que son los “jefes” en casa (otro tema a tratar) y mientras no se enseñe la jerarquía y su posición en ella, el perro ladrará desmesuradamente intentando proteger la casa cada vez que alguien llame o venga.

Ladridos cuando están solos en casa

En este caso, son temas de ansiedad por separación. Cuando un perro se queda solo en casa, se frustra, no quiere estar solo… Podemos, a parte de buscar solución, pensar qué hemos hecho mal y solucionarlo poco a poco (si siempre ha estado con el propietario y de repente se quede solo en casa 10 horas, no entenderá por qué de repente le dejan solo, y ladrará frustrado porque no quiere)

  • Podemos intentar ir alargando los tiempos, primero dejarle solo 5 minutos; luego 30, 2 horas…y que poco a poco se vaya acostumbrando.
  • Dejarle juguetes para que se entretenga.
  • Pasearle tiempo antes de irnos ese largo periodo de tiempo, que pasee 30 o 45 minutos para quedase algo más cansado.

Cuando un perro no deja de ladrar, hay que premiar sobre todo el silencio, y tener mucha paciencia, pensando que un animal al que regañamos no entiende que pasa…

Por eso es tan importante buscar el problema y entender por qué ladra.

Cuando estos temas no funcionan, no hay que hacer más grande el problema y lo recomendable es acudir a un veterinario etólogo. Él podrá darnos pautas para intentar solucionarlo y poder tener una mejor convivencia.

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