Antes de colocarle a nuestro perro el collar eléctrico, debemos estar seguros de que no sufre ningún problema de salud como problemas cardíacos, epilepsia, etc. Además hemos de consultar con un profesional para tener garantías de que que nuestro animal no sufrirá ningún daño y que el aparato no tiene contraindicaciones. Consulta el Seguro para Animales MAPFRE y sus coberturas de asistencia veterinaria.
El collar eléctrico: modo de uso
Lo primero que debemos conseguir es que el perro se acostumbre al collar, para ello, los primeros días debemos colocárselo al salir a la calle pero sin ponerlo en funcionamiento para que el animal no lo extrañe y sienta rechazo hacia él desde el principio.
A la hora de comenzar el adiestramiento, la mejor manera es hacerlo en un lugar que el perro conozca y en el que se sienta cómodo.
El collar se lo colocaremos cuando ya hayamos salido de casa, aunque ese día no efectuemos el entrenamiento, de ese modo el perro no relacionará el collar con el estímulo.
A la hora de elegir el nivel del estímulo en el collar, este siempre ha de ser ascendente, es decir, comenzar con la mínima potencia para ir aumentándola de manera progresiva.
Cuando llegue el momento de mandarle el aviso a nuestro perro, debe hacerse en el instante justo, ni antes ni después, de lo contrario el animal no sabrá qué es lo que está haciendo mal.
Refuerzos positivos durante el adiestramiento
No se trata de castigar al animal, todo lo contrario, mientras realicemos el adiestramiento con el collar eléctrico debemos hablarle con cariño y ofrecerle caricias para fomentar aún más su atención y usar así el refuerzo positivo.
Cuando terminemos el trabajo de adiestramiento, debemos comprobar que el cuello del perro no ha sufrido ningún roce. Ajustar bien el collar es básico en los buenos resultados del adiestramiento, ya que los electrodos deben entrar en contacto con la piel del perro.
Si se tiene alguna duda, lo ideal, antes de comenzar con el adiestramiento, es consultar con un adiestrador profesional.
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