En labores de rescate en montaña o en lugares en los que se ha sufrido una catástrofe, los perros policía tienen un protagonismo especial. Son capaces de localizar a personas sepultadas en la nieve o los escombros y están preparados para colaborar en misiones de contrabando detectando drogas o explosivos gracias a su impresionante olfato. Para llegar a obtener estos resultados es necesario que los animales de la Guardia Civil se sometan a un entrenamiento que dura varios meses y que les ayudará a estar preparados para cumplir con sus misiones.

Escuelas de entrenamiento

La única escuela canina de la Guardia Civil que existe en España se encuentra situada en Madrid, en ella los perros son entrenados diariamente por instructores especializados. Estos se encargan de formar a los animales para su futuro trabajo en todo el país. Este centro de adiestramiento cuenta con 40 Guardias Civiles encargados de adiestrar a estos particulares alumnos.

La escuela canina de El Pardo tiene más de 200 alumnos que pasarán a formar parte de los cuerpos de la Guardia Civil en misiones de rescate, detección de estupefacientes y explosivos.

La escuela está dividida en distintas especialidades y cada uno recibirá una formación concreta dependiendo de sus habilidades. Así, muchos perros podrán dedicarse a distintas misiones como la localización de restos biológicos, cebo envenenado, búsqueda de armas o localización de papel moneda. Son también esenciales en la búsqueda de desaparecidos. Para estos entrenamientos se cuenta con elementos que motiven al perro a buscar, generalmente son juguetes que el nuevo agente de cuatro patas recibe como recompensa cuando localiza su objetivo.

Desde la Escuela Canina El Pardo se adiestra a sus animales jugando, con premios y motivación para que los perros puedan dar lo mejor de sí en cada entrenamiento y en cada misión. La técnica más usada es la del refuerzo positivo que consiste en premiar al animal cuando este ha cumplido la misión que se le ha encomendado.

Uno de los métodos que más utilizan en esta escuela es el llamado clicker que consiste en un pequeño pulsador que, al ser presionado emite un sonido. Cuando el perro hace algo bien, su entrenador pulsa y el perro identifica el sonido. Esto hace que poco a poco el animal consiga asumir la conducta como algo normal.

¿Qué necesita un perro para ser policía?

Para pasar a formar parte de este cuerpo especial de la Guardia Civil, los perros deben tener una serie de características propias, pero la principal de ellas es que sean animales juguetones. Una de las razas más usada por los agentes es la del Pastor Alemán, estos son considerados como perros policía, no solo por la serie de Rex, un policía diferente, si no porque sus aptitudes son muy valoradas en el cuerpo.

Se trata de perros que son buenos para cualquier disciplina, dóciles para el entrenamiento y muy equilibrados, pero esto no quiere decir que desde la Guardia Civil no se entrenen a otras razas. Los Springer Spaniel, los Labradores o los Pastores Belgas también son muy comunes, aunque si el perro cumple con las necesidades del cuerpo puede pertenecer a cualquier otra raza.

Los estudiantes de esta particular escuela son comprados por la Guardia Civil, pero en otras ocasiones proceden de la cría que se realiza en la propia escuela o de donaciones de personas. Para su selección e incorporación al cuerpo tan solo se busca que les guste jugar. El entrenamiento dura meses y los animales no dejan nunca de aprender mientras están en distintas misiones, su adiestrador, y posteriormente su guía son claves para ellos y actúan en consecuencia con el can.

Los perros especializados en rescate y seguridad pueden pasar hasta un año de formación para poder aprender a localizar a personas que han quedado atrapadas tras un desastre natural o una catástrofe, ser capaces de encontrar a excursionistas que se han perdido en el monte o la montaña o localizar a desaparecidos.

Para garantizar la salud de los animales la escuela cuenta con un veterinario propio que se encarga de cuidar y proporcionar todo lo necesario a estos animales durante sus estancia en la escuela, cuando los perros pueden sufrir cortes y lesiones. En ocasiones, incluso, algunos de estos agentes han causado bajas en el cuerpo debido a la peligrosidad de la misión en la que se encontraban, algo que apena a sus guías con los que han creado un vínculo indestructible.

En la propia escuela se encuentran dos placas que están dedicadas a dos perros que fallecieron estando en acto de servicio. Una para Rocco, que murió en el año 1953 en una “acción contra bandoleros” y otra para Irrintzi, que murió tras encontrar una bomba trampa que ayudó a salvar la vida de cuatro guardias civiles y su guía en un atentado de banda terrorista ETA en el Cuartel de Lekunberri (Navarra).

Momento de jubilación

Una vez que los perros finalizan su entrenamiento son entregados a un guía que será el encargado de acompañarles hasta que se jubilen. Cuando este momento llega, existen varias opciones para el animal. Debido a que ha pasado muchos años con su guía, este puede quedárselo para seguir manteniéndolo como mascota en su propia casa. También pueden ser entregados a amigos o familiares del guía. En el caso de que nadie pueda hacerse cargo de él, la Guardia Civil cuenta con una asociación llamada Héroes de 4 patas. Los responsables de la misma son los encargados de buscar una familia para estos perros jubilados que necesitan un nuevo hogar.