Las tortugas son animales de carácter dócil y afable, manejables y rara vez muerden o arañan.

Las subacuáticas se han convertido en un miembro más de la familia. Surgieron en los años 90 como animal de compañía, necesitando pocos cuidados especiales como ocurre, por ejemplo, en las tortugas de Florida. Suelen ser “todoterreno”.

Características comunes de las tortugas

Su nombre científico es Graptemys o Pseudemys sp, y su esperanza de vida dependiendo de los cuidados que se le den, oscila entre 10 y 20 años, aunque esto dependerá del hábitat, alimentación, enfermedades que surjan, etc.

Su caparazón puede llegar a medir entre 10 y 40 cm, usándolo como método de protección en muchas ocasiones cuando están en libertad.

Cuando adquirimos una tortuga para tenerla en casa, lo ideal es que su hábitat sea lo más similar al que sería en libertad. Al ser animales de sangre fría, necesitan termorregularse en una zona seca. Para un buen mantenimiento en casa, necesitaremos un acuario o tortuguero con sus accesorios.

Tortugas subacuáticas

Cómo debe ser su hábitat en una casa

El recinto debe ser lo más cómodo posible para ellas: unos 10 litros por individuo en caparazones de unos 5 cm. De profundidad se recomienda varias veces su cuerpo en vertical para que pueda nadar a gusto. Cuando la tortuga vaya creciendo necesitará disponer de un tortuguero más grande, con más litros de agua.

El agua deberá estar lejos de zonas como radiadores u otras fuentes de calor y de corrientes de aire muy frío como ventanas o terrazas.

Deberán tener también una zona donde puedan salir del agua y tener una superficie seca, como una rampa por la que pueda entrar a nadar cuando les apetezca y donde pasará la mayor parte del tiempo. De este modo, podrá descansar y termorregulará su temperatura corporal.

En el suelo podemos poner una capa de arena, tierra, etc.

A parte del agua y de la zona de descanso, deberemos controlar la humedad, luz y temperatura.

  • Temperatura: mantener 23 y 25 ºC.
  • Mantener agua limpia aumentará la calidad de vida de estos animales, pudiendo usar sistemas de filtración.
  • Luz: es importante para un buen metabolismo del calcio y vitaminas que tengan una fuente de luz solar, en caso de no disponer de ello, necesitaría una fuente externa de iluminación.

Limpieza de las tortugueras

Para mantenerlo limpio, habrá que cambiar el agua entera 2 veces por semana, o usar un sistema de filtración, gracias al que solo habría que limpiar la tortuguera una vez por semana. Además, se puede utilizar un limpiador para evitar agentes tóxicos e infecciones.

Las tortugas son animales omnívoros, por lo que lo ideal como dieta principal son pellets con fórmula especial para ellas ajustada a su tamaño y edad. Se les puede dar de comer de 2 o 3 veces al día y suelen comer al momento de ponerlo. Deben evitarse los tipos Gambrinus, sustituirlos por pellets, que son piensos mucho más nutritivos. También es importante que dispongan de una piedra de calcio en el agua.

Por último, en estas tortugas, lo óptimo es visitar al veterinario una vez al año para controlar que todo va bien.

Tortugas de tierra

Las tortugas de tierra son las más longevas, pueden llegar a vivir tanto o más años que los humanos, siempre que tengan unas buenas condiciones y los cuidados necesarios.

La longevidad de la tortuga de tierra dependerá del animal y los cuidados que se le den. Pero si todo está bien, pueden vivir hasta 60 años. Algunas de las gigantes, han logrado alcanzar los 150 años de vida.

Cuando están en estado salvaje suelen ser menos longevas debido al tipo de alimentación, los problemas de salud, la abundancia de depredadores o las consecuencias de la cautividad en algunos casos, ya que esto último les supone bastante estrés para el animal, y reduce su capacidad y esperanza de vida.

A diferencia que los mamíferos, los órganos vitales de las tortugas de tierra no se degeneran con el paso del tiempo. También son animales de sangre fría, y necesitan el sol para calentarse y termorregularse.

Suelen crecer a lo largo de toda su vida, y su caparazón les protege de los peligros externos como los depredadores, las temperaturas extremas, las lluvias, etc.

Además, se adaptan muy bien a la alimentación y condiciones adversas, de ahí su capacidad de supervivencia.