Se la conoce también como “galápagos de Florida”, por ser originarias del sureste de Estados Unidos.

Aunque se llamen tortugas de orejas rojas, se caracterizan porque no las tienen como tal, lo único que les permite una buena audición son unas pequeñas membranas a los lados de la cabeza. Pero en sí las manchas son solamente una característica que asemeja a orejas rojas a pesar de no tenerlas.

Características de tortuga de orejas rojas

Las tortugas presentan un caparazón de unos 12 a 20 cm, pudiendo llegar a 30, su función es la de proteger los órganos internos. Y puede tener varios colores, de tonalidad verde o tierra. Esto les permite la posibilidad de camuflarse cuando viven en libertad. Una característica es que la zona dorsal del caparazón suele tener un color “verde hoja” que con el tiempo y según vaya envejeciendo tornará a un “marrón” algo más oscuro.

En su conjunto puede llegar a pesar como máximo 250 gramos. Del caparazón sobresalen las extremidades, el cuello y la cabeza, las cuales, ante estímulos externos, o al tocarlas, pueden introducir todo dentro como método de protección.

Pueden llegar a vivir hasta los 30 años en función de los cuidados que tenga. Es importante observar a la tortuga para poder prevenir ciertas enfermedades como infecciones oculares, trastornos estomacales…

¿Cómo debe ser su hábitat?

Es una especie semiacuática, por lo que debemos buscar un acuario o terrario adecuado para la tortuga, en el que pueda tener una zona húmeda donde nadar, comer e hidratarse y otra zona seca. Existen acuarios con rampas que permiten a la tortuga subir a una zona seca cuando ella lo prefiera.

Al ser tortugas de sangre fría, necesitarán calor o secarse para mantener una buena temperatura corporal. El agua además deberá tener una temperatura de unos 20 o 25 grados, pudiendo conseguirlo colocando estos acuarios al sol (con algo de sombra) y no en épocas de mucho calor y evitando zonas de corriente de agua fría. Si esto no es posible, es necesario colocar un sistema de calefacción a través de luz artificial y un regulador de temperatura de agua.

Alimentación

Estas tortugas son especies omnívoras, aunque durante la primera etapa de su vida al estar creciendo, necesitarán una base más proteica, obtenida de una proteína animal como puede ser pescado o incluso lombrices. Una vez hayan pasado esta etapa, su alimentación pasará a ser la propia de un herbívoro.

Si elegimos tener una tortuga como mascota, podremos encontrar piensos comerciales perfectamente equilibrados con sus necesidades, además de minerales y de calcio, que son beneficiosos para el caparazón.

Se debe alimentar siempre en el agua, y podemos hacerlo en etapa adulta una vez al día, con eso nos bastaría. Además, como verdura, podemos ofrecer algas marinas que encontraremos en tiendas de animales y a nivel casero podemos utilizar lechuga en pocas cantidades para evitar un efecto laxante.

No se deben utilizar como alimento carne cruda o poco hecha ni frutas, además, habrá verduras como champiñones o pimientos que no serán recomendables.

Para ello debemos poder consultar siempre con un veterinario, el Seguro para Animales Exóticos MAPFRE cuenta con expertos que podrán darnos pautas o ayuda sobre cualquier duda o problema que nos pueda surgir.