El hámster pertenece al grupo de los roedores y debido a su pequeño tamaño, hoy en día es una de las mascotas preferidas en muchos hogares, sobre todo en aquellos con niños que nunca antes han tenido una mascota.

Desde luego, tener un hámster nos ayudará a empezar a inculcar a los más pequeños de la casa, que un ser vivo necesita muchos cuidados, tiene unas necesidades (como tiempo de ejercicio, alimentación, etc.) y hay que darle mucho amor. Será bueno que sobre todo al principio, todo se haga con la supervisión de un adulto, y más dependiendo de la edad del niño, ya que no se trata de un juguete nuevo que cuando se rompe o nos aburre lo dejamos a un lado, sino de un animalito que nos necesita y que requiere de mucha responsabilidad.

Por eso, lo primero que debemos tener claro, son estos pilares básicos, que iremos desglosando más adelante:

  • Hábitat. Tipo de jaula y juegos que puedan utilizarse para fomentar el ejercicio.
  • Alimentación. Agua y comida.
  • Cuidados básicos de higiene. Suelo y sustratos.
  • Cuidados médicos.

Prioridades a la hora de tener un hámster

Hábitat

Aunque se trate de mascotas de pequeño tamaño, debemos tener en cuenta que necesitan un espacio para poder moverse, donde correr y jugar, y donde puedan ver el exterior, pero sobre todo un lugar que sea seguro, su hogar.

No sirven cajas de cartón o jaulas que no sean apropiadas para este tipo de roedor. Las barras de la jaula deben tener una separación exacta para evitar que puedan escaparse o que puedan meter sus extremidades entre medias y quedar enganchados con un desenlace fatal.

El tamaño debe ser amplio, un lugar donde quepa su comedero, su rueda para correr y otros accesorios, como por ejemplo, un nido donde poder cobijarse y dormir. Las hay incluso que incluyen otro piso arriba, con rampas para subir y bajar, y donde caben todos los accesorios necesarios para que el animal esté a gusto.

Es importante añadir una rueda en el interior de la jaula, ya que les servirá para hacer ejercicio. Las rampas también ayudarán en esta tarea y como distracción.

En cuanto al nido, puede ser de madera o una pequeña zona bien habilitada, donde pueda cobijarse o dormir cuando le apetezca. Tengamos en cuenta que esa jaula que con tanto cariño estamos preparando, se convertirá en su hogar, por lo que cuanto más cómodo esté, mejor.

La ubicación de la jaula es básica: buscaremos un lugar donde no dé el sol de manera directa, aunque sí la luz, y donde no haya corrientes de aire ni pueda mojarse. Si algo de esto ocurriese, podría caer enfermo y necesitar cuidados especiales.

Alimentación

Un hámster puede comer semillas y granos ya comercializados, que vienen preparados en paquetes de distintas marcas. También pueden comer verduras como la lechuga, el calabacín o la zanahoria. Tendremos que pensar el tamaño que tienen y evitar la sobrealimentación, (al tratarse de animales tan pequeños, les daremos como máximo una cucharada sopera al día de semillas y granos) a parte de las verduras en pequeños trozos.

Si estuviesen en un hábitat natural también comerían insectos, pero en un hogar, su dieta con piensos y verduras y frutas es más que suficiente.

El agua en la jaula debe permanecer en bebederos con goteros, ya que ellos son muy inteligentes y sabrán utilizarlos a la perfección. Este método por succión, evitará que el agua se ensucie, que puedan pisarla o derramarla y que permanezcan mojados durante varias horas.

Cuidados e higiene

Es básico que sea fácil de cambiar el sustrato de la jaula, para ello, lo ideal es crear un lecho de papel prensado o de madera, que se limpie cómodamente y que no levante polvo ni sea tóxico.

Lo recomendable es poner una base de hasta 5 cm, de tal manera que para ellos el suelo esté blando y cuando tengan residuos, éstos no queden pegados ni generen mucho olor.

Debemos acostumbrarnos a limpiar los residuos a diario, para mantener una buena higiene y evitar lesiones en las patitas por el acumulo de suciedad.

Cuidados médicos.

Siempre que sigamos las instrucciones anteriores de alimentación, agua, comida, colocación de la jaula y de higiene, no debemos tener ningún problema, salvo enfermedades que se puedan desarrollar y que no, obviamente, podamos controlar.

Al ser animales tan pequeños e indefensos es muy importante que tengamos presente que si notamos alguna complicación, acudamos a un veterinario especializado para que nos asesore. MAPFRE cuenta con un Seguro para Animales Exóticos, que incluye los servicios de orientación veterinaria y consulta. Además, ofrece al asegurado un servicio telefónico atendido siempre por veterinario para resolver todas aquellas consultas relacionadas con los animales exóticos.

Si cuidamos bien a nuestro hámster, lo más normal es que viva entre 2 y 3 años, llegando en alguna ocasión a los 4. Y nos ofrecerán toda la compañía y cariño del mundo.