Pero no solo los tipos de peces son distintos, también los cuidados del acuario cambian. Si te has decantado por una pecera de agua salada es porque eres un experto en la materia, o bien, plantéate empezar a serlo. Te contamos las claves para cuidar un acuario de estas características.

Construye un pequeño océano

Lo primero que debes saber es que un acuario de agua salada no debe ser menor de 200 litros, es decir, si tu pecera es de menor tamaño deberás destinarla a peces de agua salada. Es importante que no llenemos el acuario de peces, ya que cada uno de ellos debe tener un espacio vital: un pez por cada 10 o 15 litros de agua. Recuerda que los peces también crecen y se reproducen, no descuides su espacio.

Por otro lado, dadas las dimensiones del acuario y para crear un pequeño océano en condiciones óptimas, tendrás que instalar un filtro que limpie las impurezas y residuos orgánicos del agua. Además de los filtros, habrá que añadir otra serie de accesorios como los separadores de urea, y vigilar más parámetros del agua de los que suelen tenerse en cuenta en un acuario de agua dulce.

Un acuario para personas con experiencia

En realidad, los acuarios de agua salada están destinados a personas que ya tienen cierta experiencia en el cuidado de acuarios de agua dulce, ya que requieren de más atención, tiempo y esfuerzo. Si el agua siempre es importante en los acuarios de agua dulce, este hecho se magnifica mucho más cuando tratamos con acuarios y especies de agua salada, ya que los peces son mucho más sensibles a la densidad del agua, la temperatura, etc.

Agua de mar sintética

El agua que se utiliza en este tipo de acuario es agua de mar sintética, que se crea a base de agua del grifo añadiendo preparados comerciales de sales marinas (que incluyen las sales y oligoelementos propios del mar), pero que sin embargo, no contienen los microorganismos vivos que resultan beneficiosos y que tendrán que ir creándose y colonizando el acuario poco a poco hasta lograr el acondicionamiento del agua. Comprueba diariamente que los parámetros del agua sean los correctos.

Si alguna vez se te ha pasado por la cabeza crear un acuario de agua salada cogiendo agua del mar, desecha esta idea de inicio, ya que no resultaría nada segura para los peces debido a la contaminación del agua por parte del hombre.

Especies de peces óptimas para un acuario de agua salada

Los peces más adecuados son aquellos que en un ambiente natural se mueven en zonas de contacto de aguas marinas y dulces, como lagunas y esteros, estuarios y cenotes, si bien también es posible reproducir ejemplares de aguas salobres. Distintas variedades de pez mariposa figuran entre las más apreciadas, pero también encontramos a muchos lábridos, peces cirujano y peces payaso. Sin embargo, los más audaces pueden atraverse hasta con una criatura tan fascinante como el caballito de mar. Los rangos de precios también varían mucho, desde unos pocos euros hasta los más de 100 euros que se piden por ciertos ejemplares de pez roca. Pero, en cualquier caso, es importante tener en cuenta que también desde este punto de vista un acuario de agua salada es más caro de mantener y ampliar que uno de agua dulce.

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