Como ocurre con cualquier animal doméstico, en el caso de los gatos también es importante mantener su higiene a rajatabla. Eso evitará problemas de salud y de parásitos. Aunque es cierto que los gatos son animales muy limpios, hay una parte que no pueden limpiarse solos, y son las orejas (y los oídos).

La falta de cuidado en esta zona puede hacer que desarrollen patologías importantes como pérdida de audición, infecciones de oído y lesiones por rascado.

Las orejas y oídos del gato deben revisarse todas las semanas, aunque la limpieza hay que hacerla cada 2 semanas.

¿Cómo limpiar las orejas de tu gato?

Lo primero que debes hacer es elegir bien el momento: un día en el que tu gato está más nervioso o irascible no es buena idea. Busca un ambiente tranquilo y un rato en el que tu gato esté relajado, por ejemplo si está tumbado contigo en el sofá. Evita revisarle las orejas si está nervioso o asustado. Debes revisar la oreja y parte externa del oído, y también la parte interna.

Parte externa

Debe tener el pelo sano, sin zonas con calvas o falta de pelo, en el interior debe permanecer un color rosado, estar limpia, sin cera ni olor. Pasamos una gasa limpia y si es necesario, podemos humedecerla un poco con agua, pero lo mínimo. Si notas olor desagradable e inusual, puede deberse a una infección y lo mejor es llevarle al veterinario, porque además notarás que el minino no se deja tocar (es la pista de que le duele).

Parte interna

Si la parte externa está bien y no notas nada extraño puedes pasar a la parte interna. La mejor forma de eliminar la cera (que podría provocar tapones) es echando una gota de limpiador de oídos especial para gatos. Existen varias marcas en el mercado, puedes consultar en tu tienda especializada o comprarlo en la clínica veterinaria. Normalmente se echa 1 o 2 gotas, masajeas la base de la oreja para que penetre bien y se absorba, y después puedes dejar que el animal sacuda la cabeza para que salga el cerumen, ayudándole con una gasa limpia.

Casos especiales

La cera negra

Si al revisar las orejas de tu gato ves que tiene cerumen de un color marrón oscuro/negro acude al veterinario directamente. Es muy probable que el animal tenga otitis por ácaros, y en este caso aparte de limpiar bien, los especialistas deberán aplicar un antiparasitario después de la cura. Si este es el caso de tu gato, revisa bien la piel porque suelen hacerse heridas, ya que se rascan mucho porque les pica bastante. De hecho, esta frecuencia en el rascado puede darte una pista de que algo no va bien, y es importante actuar cuanto antes para evitar lesiones importantes de la piel.

Síndrome vestibular

Se produce cuando hay una inflamación del sistema vestibular del gato, provocada por una otitis externa. El sistema vestibular es el que indica al cerebro la posición actual de la cabeza, y los animales que sufren el síndrome tienen problemas de coordinación (alteraciones del equilibrio) y ladean la cabeza. Si notas que tu gato mueve la cabeza hacia alguno de los lados y se rasca mucho una oreja o ambas, llévale al veterinario para que le hagan un diagnóstico y le pongan tratamiento cuanto antes, y ten en cuenta que deberás seguir el tratamiento en casa. Aprovecha la visita a la consulta para pedirle que te enseñe a hacerlo, así podrás cuidar a tu gatito en casa.

Ya sabes que la mejor forma de cuidar de tu animal de compañía es proporcionarle todo lo necesario y cuidar su salud. El Seguro de Mascotas MAPFRE vela por la salud y la seguridad de tu gato, y te ofrece como cobertura adicional voluntaria la garantía de la asistencia veterinaria del animal incluyendo gastos de consulta, pruebas diagnósticas y análisis de laboratorio entre otras opciones.

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