Han pasado ya noventa años desde que apareciera el primer televisor comercial. Un gran avance tecnológico que, aunque no acabó con la radio –como se pensó por aquel entonces- sí ha evolucionado considerablemente.

Hoy en día no puede entenderse que un hogar prescinda de él (aunque los hay). Entretiene, informa y a veces sirve de vehículo cultural. Pero no solo eso, además ha sido un instrumento de gran relevancia en el trascurso de la historia. Por todos estos motivos, en 1996, la Asamblea General proclamó el 21 de noviembre como Día Mundial de la Televisión. Se reconocía así su valor como canalizador de la opinión pública y su impacto en los asuntos políticos más importantes.

La televisión se actualiza a un ritmo veloz. Prueba de ello son los últimos avances, tan complejos que a veces dificultan la compra de un nuevo aparato. Si quieres cambiar de televisión, pero te pierdes entre tantas novedades, te damos todas las claves para que puedas elegir el mejor televisor para tu hogar.

Cómo elegir el mejor televisor

HD, FHD, UHD 4K, paneles OLED, 1.200 HZ PPI, TDT HD, HDR, entradas HDMI, LCD, puerto USB, resolución 3.840 x 2.160, plasma… Estos y otros mil términos mareantes que aparecen en los anuncios de aparatos de televisión –que no se entienden muy bien salvo que seas un friki de las nuevas tecnologías–, nos los vamos a encontrar a la hora de adquirir un nuevo televisor.

Antiguamente, solo tenías que ir a la tienda y llevarte el que más te gustaba por estética, tamaño, precio o porque era el más anunciado.

Actualmente, son tantas las innovaciones y tantas las características técnicas en este campo, que es necesario informarse muy bien antes de lanzarse a la compra.

No obstante, por muchos avances técnicos que surjan, hay algunas cuestiones de lógica elemental que hay que tener siempre en cuenta a la hora de adquirir un nuevo televisor. La primera está relacionada con el lugar donde va a estar el aparato –no es lo mismo una tele para el salón que para la cocina o para la habitación de los chicos–, y el uso que se le quiera dar –para ver informativos o programas de TV, películas, series, juegos, retransmisiones deportivas, conectarse a Internet, etc.

¿Qué tamaño de televisor elegir?

Un error que se comete frecuentemente a la hora de comprar un nuevo televisor es adquirir uno con la pantalla demasiado grande en relación con las dimensiones de la habitación. Aparato y habitación deben estar en consonancia. El tamaño de la habitación condiciona la distancia desde la que se puede ver la televisión sin causar molestias. Como sugerencia, se aconseja que para una distancia de:

  • hasta un metro y medio, será suficiente un televisor de 32 pulgadas como máximo;
  • uno y medio a dos metros, entre 32 y 43 pulgadas;
  • dos a tres metros, de 43 a 55 pulgadas;
  • más de tres metros, de 55 pulgadas o más.

Calidad de la imagen y resolución

No hay que olvidar que el tamaño de la pantalla no está relacionado con la calidad. La que sí está relacionada directamente con la calidad es la resolución de pantalla. A mayor resolución, mejor calidad.

En este aspecto, se han experimentado considerables avances. Primero fueron las televisiones HD (720 pixeles); luego las Full HD (1080 pixeles); y ahora las 4k (4000 pixeles). Las dos primeras comienzan a desaparecer en favor de la resolución estrella en este momento, la 4K o UHD (Ultra High Definition), que multiplica por cuatro los píxeles de un panel Full HD y en la que cada vez más plataformas ofrecen sus contenidos.

La forma de las pantallas también ha evolucionado. De las planas se ha pasado a las curvas. Estas hacen la imagen más envolvente y con la tecnología OLED se pueden ver desde cualquier punto sin perder calidad.

Tipos de televisor: Plasma, LCD, LED y OLED

Una pantalla no sólo se distingue de otra por tamaño y forma, sino que la tecnología de su panel es algo clave. Las de plasma se utilizan para formatos grandes. Están desapareciendo. Las de cristal líquido, LCD, son actualmente el formato más extendido. En relación calidad precio es una de las mejores opciones. El cristal líquido se caracteriza por dar unos colores más brillantes, consumir menos que las pantallas de plasma y además ser más ligeras.

Sin embargo, la tecnología dominante en la actualidad, son las pantallas LED que tienen virtudes en común con las LCD, pero la diferencia de calidad es bastante importante. Las LED tienen unos colores aún más brillantes, un mayor ángulo de visión y un mayor ahorro de energía.

Lo último de lo último son los paneles OLED, mucho más eficientes y realistas, con negros mucho más profundos, que tienen la ventaja de que se pueden ver bien desde cualquier ángulo, aunque también tienen el inconveniente de ser más caros.

Rangos de colores

Los rangos de representación de color convencionales también dan paso a novedades como el HDR, que permite que veamos mucha más profundidad de color y de detalle en la imagen de lo que permitía la tecnología hasta ahora.

El 3D irrumpió hace poco en nuestros hogares. Cada vez hay más modelos que incluyen esta tecnología que tiene tantos defensores como detractores. Por el momento, hay pocos contenidos, aunque poco a poco van llegando cada vez más.

Conectores imprescindibles

En cuanto a conectores, todos los aparatos suelen venir bien equipados en este aspecto. Es importante que tenga HDMI para conectar una consola, por ejemplo, y que a día de hoy, es la mejor opción para disfrutar de la máxima calidad. Con las últimas innovaciones también es posible conectar la televisión a Internet para compartir contenidos multimedia, usar aplicaciones o incluso conectar nuestro smartphone y tablet.

El sonido

Por último, el sonido, que también es importante. La potencia y colocación de los altavoces es fundamental.  Es mejor que se encuentren delante y no detrás para evitar el efecto rebote en la pared. Si se es muy exigente en este aspecto, lo mejor es adquirir un equipo de audio adicional con lo que se mejorará, considerablemente, la calidad del sonido.

Con todas estas claves, podrás elegir tu televisor de acuerdo a lo que vas a necesitar o según las dimensiones de tu casa. Una vez que lo tengas, recuerda incluirlo en el contenido de tu Seguro de Hogar MAPFRE para que esté siempre protegido.