A continuación te contamos unas recomendaciones para que tengas tus alfombras de piel natural como el primer día. Ahora podrás cuidarlas con el esmero que merecen.

Qué cuidados necesita una alfombra de piel natural

Las alfombras de piel requieren una limpieza regular ya que si no, pueden alterarse tanto los colores como las texturas y rajarse o agrietarse.

En primer lugar conviene sacudir la alfombra para quitarle el polvo. Dependiendo del uso que le demos a la alfombra de piel, también podemos pasar la aspiradora cuando sea necesario.

En caso de que la alfombra de piel natural que tengamos sea de cuero, entonces deberemos pasar un paño limpio y seco y retirar los residuos restantes con un cepillo. Si queremos guardar la alfombra de piel natural porque vamos a hacer obras o nos mudamos, para que esté como el primer día es muy importante que sepamos que las pieles no deben estar en bolsas cerradas por más de tres días. Si las vamos a guardar es mejor que estén sin envoltorio para que no se estropeen.

Cómo limpiar las manchas en una alfombra de piel natural

Las manchas que pueda tener una alfombra de piel natural se deben tratar cuanto antes. Para ello, frotaremos con un paño húmedo y agua con jabón neutro, sin empapar demasiado y sin extenderse hacia las partes limpias. El secado ha de hacerse en un lugar ventilado y con poca luz, ya que el sol directo no le supone ningún beneficio. La colocaremos con la parte posterior hacia arriba, de tal modo que la zona de pelo quede hacia abajo. No debemos utilizar disolventes, ni lavar las pieles en lavadoras automáticas o con lavado en seco. Y por supuesto no se puede utilizar la secadora ni las planchas calientes.

Por último, hay que recordar que a pesar de todos nuestros cuidados, este tipo de alfombras con el uso normal y el  paso del tiempo suelen perder algo de pelo o aparecer pequeños desperfectos tratándose de alfombras de cuero.

Con estos sencillos cuidados tendremos durante años una fantástica aliada que transformará cualquier ambiente en un lugar sofisticado, elegante y cálido.