En los meses más fríos del año las mantas se convierten en un complemento imprescindible para dormir. Al igual que el resto de ropa de cama, estas requieren una limpieza. Si quieres saber cómo hacerlo, te contamos todo lo que debes saber antes de lavar una manta para poder disfrutar de su calor. Puedes hacerlo en casa, en lavadora o a mano y olvidarte de gastar dinero en una limpieza profesional.

Cómo lavar una manta en la lavadora

En primer lugar, antes de lavar una manta a máquina debes saber de qué material está fabricada. Para ello tan solo deberás revisar la etiqueta y ver las instrucciones de lavado. Otro aspecto a tener en cuenta, además del material, es el tamaño de la misma. Si esta es muy grande no entrará en la lavadora y deberás utilizar otros métodos.

Lavar las mantas es importante para eliminar la suciedad, el polvo y sobre todos los ácaros que se puedan acumular en ellas. Por otro lado, aunque el lavado se realice una sola vez en la temporada de frío es recomendable airearlas al sol durante unos minutos. Con este simple gesto, la luz ultravioleta conseguirá que los ácaros mueran. Para lavar mantas en la lavadora deberás seguir los siguientes pasos:

  • Introduce la manta en la lavadora.
  • Selecciona un programa corto para prendas delicadas.
  • Selecciona agua fría (30 grados).
  • Utiliza detergente para prendas delicadas, de esta manera conseguirás mantenerla suave.
  • No uses suavizante, si quieres eliminar malos olores, decántate por el vinagre blanco (para un lavado será suficiente con ¼ de taza).
  • Deja que se seque al aire libre, es mejor no utilizar la secadora. Aunque es cierto que algunas de tejido polar pueden introducirse a bajas revoluciones.

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Lavar una manta a mano

Es posible que la manta no pueda lavarse en la lavadora, ya sea por su tejido o porque su tamaño es demasiado grande para que puedas hacerlo de esta forma. En estos casos, deberás realizar un lavado a mano:

  • Introduce la manta en una bañera con agua fría.
  • Añade dos tapones de detergente líquido para lavar prendas delicadas a mano.
  • Deja la manta en remojo durante 20 minutos.
  • Remueve la manta de vez en cuando para que se impregne bien de detergente. En el caso de existir alguna mancha, aplica sobre ella detergente directamente y frota de manera ligera.
  • Aclara la manta con agua fría hasta eliminar todo el jabón.
  • Deja que escurra hasta que se elimine la mayor cantidad de agua. No debes retorcerla.
  • Deja que se seque por completo al aire libre.

Aunque parezca misión imposible, lavar una manta es bastante sencillo si sabes cómo. Tan solo deberás conocer bien los materiales con los que está fabricada, leer la etiqueta y comprobar qué tipo de lavado debes hacer. Acuérdate siempre de revisar si puede introducirse en la secadora y usa productos para prendas delicadas para mantenerlas suaves, limpias y esponjosas durante mucho más tiempo.