Los extractores para baño son aparatos eléctricos que crean una corriente de aire capaz de formar un flujo continuo de ventilación. Es decir, sustituyen el aire húmedo del baño por otro de mejor calidad, extraen los malos olores y evitan la aparición de mohos.

En el mercado existen muchos tipos que se pueden englobar en dos grandes grupos:

Centrífugos

Los extractores centrífugos para el baño son aquellos que absorben el aire en dirección a su eje y lo expulsan hacia el exterior en un ángulo de 90 grados. Es decir, el flujo de aire sale de forma perpendicular al de entrada.

Proporcionan una gran presión con bajos caudales, por lo que están indicados en aquellas instalaciones en las que hay que vencer una elevada pérdida de carga por la longitud de sus conductos de evacuación.

Por tanto, son perfectos para usar en los cuartos de baño en los que sea necesario instalar un conducto de evacuación extremadamente largo.

Axiales

Estos extractores extraen el aire del baño moviéndolo en forma paralela a su eje, es decir, no cambian el sentido del flujo del aire.

Son capaces de mover grandes caudales de aire con poca presión, por lo que suelen utilizarse en instalaciones directas a fachada o con conductos de evacuación de pequeña longitud.

Dentro de este grupo se encuentran los helicoidales, que son aquellos que incorporan una hélice y se instalan directamente en una ventana sin conducto de evacuación.

Características a tener en cuenta a la hora de elegirlo

Además del tipo de extractor, hay una serie de características que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno:

Caudal

Para garantizar que el aparato cumple la normativa es necesario que el caudal del extractor sea diez veces superior al volumen de aire de la estancia. La mayoría de los extractores para baño ofrecen un caudal de entre 60 y100 m3/h con una presión que oscila entre los 15 y 30 pascales.

No obstante, para calcular el aire de la estancia y poder determinar el nivel de caudal que se necesita, hay que multiplicar el ancho, el largo y el alto del cuarto de baño.

Ejemplo

Un cuarto mide 2 metros de ancho, 2,5 de largo y 2 de alto. Para calcular su volumen de aire multiplicamos 2 x 2,5 x 2 = 10 m3.

Si el extractor debe tener un caudal diez veces superior, multiplicamos 10 m3 x 10 = 100 m3/h, que es el caudal de extracción que debe tener el aparato.

Potencia

Los cuartos de baño son estancias pequeñas, por lo que los extractores que se instalen en ellos no precisan demasiada potencia (entre 8 y 35 W).

Decantarse por uno más o menos potente depende del tamaño del aparato, el caudal que extrae o si está situado cerca o lejos de la salida. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, a mayor potencia, mayor será el ruido que genere.

Cabe destacar que, últimamente, los motores tradicionales se están sustituyendo por otros de alta eficiencia

Detector de presencia

Algunos extractores se pueden activar de forma manual, pero otros incluyen la función de detector de presencia, lo que permite que se pongan en funcionamiento cuando los infrarrojos detectan un movimiento en el espacio que cubren. En muchos de ellos se pueden regular los metros de alcance.

Temporizador

Otra opción interesante es elegir un extractor con temporizador, que puede activarse para que el aparato se encienda unos minutos antes o después de haber usado el baño. De esta manera, se puede programar para que esté funcionando durante el tiempo necesario y así el baño esté correctamente ventilado.

Higrostatos

Algunos extractores incluyen sensores humidistatos que miden la humedad relativa de la estancia en todo momento. Así, cuando detectan un exceso (según el valor escogido por el usuario) activan el ventilador hasta que la humedad se reduzca a los valores establecidos, momento en el que el aparato se apaga automáticamente.

Nivel de ruido

La presión de un extractor de baño estándar suele rondar los 40 dB (similar al ruido de una sala con gente o una oficina). Si se quiere reducir el nivel de ruido es importante elegir un aparato dotado con silentblocks. De esta manera se anulan las vibraciones que causa el motor a los elementos en los que está anclado.

Montaje

Por último, es importante fijarse en las distintas posibilidades de montaje de cada aparato y elegir aquella que mejor se adapta a nuestras necesidades. Por ejemplo, si se tiene un ventilador antiguo es buena idea elegir uno nuevo que se pueda colocar en su lugar.

¿Dónde instalarlo?

Los extractores tienen que estar conectados a la red eléctrica, por lo que no pueden colocarse sobre la ducha o bañera (a no ser que estén instalados a una altura superior a los 2,25 metros).

Tampoco deben estar junto a rejillas de ventilación (para no crear un microcircuito que impida renovar el aire en buenas condiciones), ni sobre los radiadores (podrían producirse fugas de calor).

Evitando esas zonas, y teniendo en cuenta la distancia a la salida, puedes colocarlo empotrado en el techo, en la pared o en el cristal de la ventana.

En cuanto a su instalación, depende del modelo y la marca elegida (en este enlace te contamos cómo hacerlo).

Puede resultar complicado elegir el mejor extractor para el baño, pero su colocación te reportará grandes beneficios. En cualquier caso, antes de instalar uno es aconsejable consultar a un profesional para que te asesore en función de las medidas, humedad y capacidad del cuarto de baño. Además, si cuentas con un Seguro de Hogar MAPFRE tienes a tu disposición su servicio de asistencia en reparaciones y horas de bricolaje para que los especialistas se encarguen de trabajos de mantenimiento básico.