Seguro que más de un padre se ha encontrado una extraña sustancia negra y viscosa saliendo de los juguetes de baño de su bebé y ha sospechado que eso no podía ser nada bueno. Pero como mucho lo ha atribuido a suciedad acumulada. No había más que limpiar con un poco de agua y listo.

¿Qué hay dentro de los juguetes de baño?

Esa sustancia negra que asoma por los juguetes del baño en realidad está plagada de bacterias y hongos que pueden ser la causa de problemas potenciales. La razón se encuentra en la unión entre el plástico de goma, el agua con restos de partículas humanas y suciedad, y el aire. Todos juntos, forman el ecosistema perfecto para la reproducción de bacterias. Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio reciente publicado en la revista NPJ Biofilms and Microbiomes perteneciente a Springer Nature, y que viene a demostrar lo que muchos padres sospechaban.

Para llegar a estas conclusiones, se analizaron 19 juguetes de baño utilizados en condiciones reales. Además, se evaluaron algunos determinantes para la formación de biopelículas utilizando seis juguetes iguales bajo condiciones diferentes. Todos los juguetes, tras su uso, mostraron diversas comunidades bacterianas y muchos taxones raros. Además, en el 58 por ciento de los casos se identificaron hongos.

El uso por parte de bebés y niños de estos juguetes contaminados pueden llegar a causar problemas de diversa índole. En los años setenta, otro estudio sugirió que los juguetes de baño no solo facilitan el crecimiento microbiano, sino específicamente la proliferación de patógenos oportunistas y organismos no deseados, como Pseudomonas aeruginosa (que infecta los pulmones, las vías respiratorias, las vías urinarias, los tejidos, y causa otras infecciones generalizadas en el organismo) o Enterococcus SPP (causante de infecciones de tracto urinario, endocarditis bacteriana o meningitis).

Pero que no cunda el pánico. Según Frederik Hammes, investigador principal del estudio, las bacterias y microbios rodean toda nuestra vida desde que nacemos hasta que morimos, lo que demuestra que «un poco de exposición a las bacterias no es tan malo», siempre y cuando hablemos de personas sanas. Aquellas cuyo sistema inmune sea más débil deberán extremar todas las precauciones. En cualquier caso, si te preocupa tu salud o la de los tuyos, el Seguro de MAPFRE Salud pone a tu disposición las coberturas más completas para garantizarlos cuidados necesarios a toda la familia.

Pero entonces, ¿qué deben hacer los padres? ¿Tirar los juguetes del baño? ¿No comprar ninguno? ¿Dejar de bañar al bebé? La respuesta es mucho más sencilla que todo eso: solo hay que lavar los juguetes de forma frecuente o tapar el agujero con silicona: menos divertido, pero más limpio y práctico.

Cómo lavar los juguetes de baño

Para evitar que se acumulen bacterias y hongos en el interior de los juguetes de baño debemos llevar a cabo una limpieza semanal de los mismos. Puedes hacerlo usando remedios caseros y naturales o con lejía.

  • En el primer caso, llena un barreño con dos partes de agua caliente y una de vinagre –conocido por ser un fuerte desinfectante natural- y remoja los juguetes en la mezcla durante quince minutos. Frota la parte exterior con un cepillo de dientes y llena el interior de todos ellos con el agua y vinagre. Agita bien y expulsa de nuevo el líquido. Déjalos secar al aire bajo el sol o, en su defecto, con un secador.
  • También se pueden limpiar con lejía, un desinfectante eficaz que actúa contra todo tipo de gérmenes en casi cualquier superficie, material y objeto. Introduce una jeringuilla cargada de lejía por el agujero del juguete e inyecta el contenido. Agita con energía para que la lejía limpie bien las paredes internas. Exprime el juguete para que expulse toda la suciedad y repite todo el proceso, pero esta vez con agua.

Si quieres prevenir la formación de microorganismos, retira los juguetes de la bañera tan pronto como puedas y expulsa toda el agua que hayan acumulado. Después, colócalos sobre una toalla y sécalos con ayuda de un secador de pelo. A la hora de guardarlos de nuevo, evita los recipientes por los que no drene el agua. Lo mejor es depositarlos es una cesta con orificios por los que se pueda escurrir todo el agua.