Los relojes de pared son un invento de hace muchos años, aunque han sabido ir adaptándose al paso del tiempo y se han ido reinventando.

Consejos antes de comprar

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de comprar un reloj de pared es el tipo de decoración que tiene la habitación en la que lo vayamos a colocar para que se adecue al estilo imperante, ya que si compramos un reloj de un estilo totalmente diferente, quedará como una nota discordante en la estancia. Como pasa con los relojes de mano, el estilo es muy importante.

Es muy importante también echar un vistazo a nuestra casa para decidir en qué lugar podría quedar bien, ya que muchas veces compramos el reloj de pared y cuando llegamos al hogar no le encontramos ningún hueco, por lo que se queda sin colgar o lo ponemos en un sitio que no pega mucho para no haber hecho la compra en balde.

Elegir la ubicación

Un reloj de pared es un elemento que suele llamar la atención sobre el resto, por lo que la situación debe ser estratégica. Hemos de colocarlo en un lugar en el que queremos que las personas que vayan a nuestra casa centren su mirada.

Por otra parte, además del sentido estético de los relojes de pared, estos no dejan de ser un elemento que nos permitirá saber la hora, por lo que también debemos tener en cuenta este aspecto y colocarlo en lugares que nos sean visibles. Muy útil y vistoso suele quedar en la cocina o en la habitación que usemos como despacho u oficina, pues son ubicaciones en las que es muy importante conocer la hora a cada instante.

LO QUE DEBES SABER…
  • Estético: los relojes de pared son elementos ornamentales que pueden aportar estilo a nuestra decoración.
  • Práctico: aparte de integrarlos en la decoración, obviamente nos sirven para poder conocer en cualquier momento la hora.
  • Estancias: tanto en la cocina como en la oficina o el salón, son algunos de los lugares en los que podemos situar el reloj.