Los futones japoneses son una opción de descanso que ha ganado cierta popularidad en todo el mundo. ¿Pero qué son exactamente y qué beneficios y desventajas ofrecen en comparación con las camas tradicionales?

En este artículo exploraremos en detalle los aspectos positivos y negativos de los futones japoneses, así como las diferencias clave con los colchones occidentales.

¿Qué es un futón?

Un futón es un colchón japonés tradicional que se utiliza tanto para dormir como para sentarse. Se compone de un colchón fino relleno de algodón o materiales similares, que se suele colocar sobre un tatami o directamente en el suelo. Esta forma de descanso se ha utilizado durante siglos en Japón y se caracteriza por su versatilidad y simplicidad.

Tipos de futones

Futones tradicionales

Los futones tradicionales son los más cercanos al diseño tradicional japonés. Consisten en un colchón delgado y ligero que se recoge con facilidad para guardarlo en un armario durante el día.

Futones con marco

Estos futones vienen con un marco o estructura que eleva el colchón del suelo. El marco puede ser de madera o metal y proporciona un mayor soporte y estabilidad. Algunos modelos también incluyen opciones de ajuste para convertirlo en un sofá o cama según sea necesario.

Futones convertibles

Los futones convertibles ofrecen la máxima versatilidad al combinar la funcionalidad de un sofá y una cama en un único mueble. Puede transformarse fácilmente de un sofá durante el día a una cama para dormir por la noche.

Futones con almacenamiento

Estos futones vienen equipados con características de almacenamiento integradas, como cajones o compartimentos debajo del colchón. Son perfectos para maximizar el espacio en habitaciones pequeñas y ofrecen una solución perfecta para guardar la ropa de cama.

¿Qué ventajas tienen los futones japoneses?

  1. Versatilidad. Los futones japoneses son extremadamente versátiles. Al transformarlos fácilmente de cama a sofá, son ideales para espacios pequeños donde sea imprescindible que durante el día tenga una función y por la noche otra.
  2. Fácil almacenamiento. Debido a su diseño delgado y flexible, los futones son fáciles de almacenar cuando no estén en uso. Pueden enrollarse y guardar en un armario o simplemente doblarse y guardar en un rincón, liberando espacio en la habitación.
  3. Mantenimiento sencillo. Los futones japoneses son relativamente fáciles de mantener. Algunos modelos vienen con fundas lavables que se pueden quitar y lavar fácilmente. Además, el hecho de que se puedan recoger a diario los hace menos propensos a acumular polvo y suciedad en comparación con los colchones convencionales.

¿Cuáles son las desventajas de los futones japoneses?

  1. Comodidad limitada. Para algunas personas, dormir en un futón puede resultar menos cómodo que en un colchón tradicional. La falta de soporte adicional puede provocar molestias, especialmente para aquellos con problemas de espalda o articulaciones.
  2. Durabilidad limitada. Los futones tienden a tener una vida útil más corta que los colchones convencionales. El relleno de algodón puede comprimirse con el tiempo, lo que puede afectar a la comodidad y la calidad del sueño. Esto significa que es posible que necesiten ser reemplazados con más frecuencia que los colches tradicionales.
  3. Aislamiento térmico. Los futones colocados directamente en el suelo pueden ser menos efectivos en términos de aislamiento térmico, especialmente en zonas de climas fríos. Al encontrarse en contacto directo con el suelo, están más expuestos a la transmisión térmica derivada de los elementos estructurales en contacto con el exterior como pueden ser los forjados de cualquier edificación. Por lo tanto, pueden sentirse algo más fríos durante la noche.

Diferencias con los colchones occidentales

Los futones japoneses difieren significativamente de los colchones occidentales en términos de diseño, uso y comodidad. Mientras que los futones se colocan directamente en el suelo o sobre un tatami, los colchones occidentales se suelen colocar sobre somieres.

Además, los colchones occidentales tienen a ser más gruesos y pesados ofreciendo así un soporte más rígido perfecto para aquellos que prefieren una superficie de descanso más firme.

Por lo tanto, el principal hándicap de un futón japonés reside en la flexibilidad que nos aporta de transformarlo rápidamente en un sofá o incluso recogerlos por completo para convertir la habitación en un espacio destinado a cualquier otra función que no sea la del descanso.

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