Las opciones de diseños y combinaciones de materiales de interior son cada vez más abundantes. Podemos elegir una amplia gama de revestimientos para suelos, techos y sobre todo para paredes. Pero lejos de la clásica pintura blanca mate, las paredes son superficies donde podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación planteando soluciones tan atractivas como los frisos de madera.

¿Qué son los frisos de madera?

Los frisos son unos elementos decorativos que se utilizan para revestir paredes y se colocan normalmente en la zona inferior de estas a modo de zócalo alto.

Su altura suele ser proporcional a las dimensiones de las paredes o espacios en los que se encuentra, pero lo más habitual es aprovechar el material del friso para alcanzar la suficiente altura para proteger a la pared de posibles roces o manchas producidas por el uso habitual de los espacios. Por lo tanto, lo más habitual es encontrarnos frisos de aproximadamente 100-150 cm de altura.

Los frisos pueden ser de diferentes materiales, desde cerámicas hasta frisos de PVC para evitar la humedad, pasando por cualquier elemento que se nos ocurra y que ocupe la parte inferior de la pared, incluso metálicos, microcemento o de la propia pintura de la pared, pero cambiando el tono. Sin embargo, el material por excelencia de cualquier friso es la madera.

Tipos de frisos de madera

Podemos encontrar varios tipos de frisos de madera en función de su material o de su colocación.

Tipos de colocación de frisos de madera

  • La colocación más habitual es a base de listones verticales a modo de lamas de madera desde el suelo hasta su coronación, con algún tipo de pieza especial de terminación.

  • Una variante más moderna para este tipo de colocación tradicional se centra simplemente en girar algunos grados la dirección de las lamas para colocarlas de manera oblicua al suelo. De esta forma se consigue un diseño con diagonales que cambiará por completo la perspectiva del espacio.
  • Los frisos más económicos son aquellos cuya ejecución sea más rápida y sencilla y el coste del material sea más ajustado. Así que, respondiendo a estas dos cuestiones, el tipo de friso de madera más barato podría ser los revestimientos a base de paneles de madera de melanina, ya que conseguimos abarcar mucha superficie con apenas algunos paneles. Una vez terminada su colocación, el acabado sería continuo, teniendo únicamente las juntas entre paneles.

Materiales de frisos de madera

  • Los mejores materiales y a su vez, los más caros, son las maderas naturales de árboles como el ébano, el roble, el nogal…
  • Sin embargo, existen algunas otras maderas naturales como el pino, que tienen un precio mucho más ajustado y que son muy fáciles de conseguir en cualquier tienda de bricolaje. Incluso podemos encontrarla tratada o al natural para que nosotros le demos el último acabado con el barniz o pintura que más nos guste.
  • En cuanto a las planchas de madera, podemos encontrar también una gran diversidad de materiales, desde maderas macizas, hasta tableros de conglomerado, melamina o tablones de DM lacado.

Ventajas e inconvenientes de los frisos de madera

Ventajas

El principal atractivo de cualquier friso de madera es la calidez que aporta su diseño en el hogar.

Pero también debemos tener en cuenta su gran versatilidad para adaptarse a cualquier tipo de espacio. Por ejemplo, es muy habitual utilizar los frisos de pared como cabeceros para la cama o para singularizar un espacio de trabajo donde se encuentre una mesa pegada a la pared.

Fuente: http://bitly.ws/xnQd

Hoy en día también se suele llamar frisos de madera, de una manera errónea, a los revestimientos de madera completos de suelo a techo. Son realmente elegantes y están en tendencia en estos últimos años, sobre todo en paredes del salón o del dormitorio.

Inconvenientes

La madera no es el mejor material frente a la humedad, así que, si nuestra intención es ocultar un problema de manchas de humedad con nuestro friso, será mejor que nos aseguremos de que hemos resuelto el origen del problema antes de su colocación. De lo contrario, corremos el riesgo de que el agua vuelva a buscar su camino y termine arruinándonos nuestro friso de madera.

Otro posible inconveniente puede ser la pequeña pérdida de espacio que supone revestir cualquier pared con frisos en una vivienda de escasas dimensiones. Estamos hablando de apenas unos cuantos centímetros (el espesor de la madera elegida), pero en habitaciones muy pequeñas puede ser un gran problema.

Colocar un friso de madera es una tarea sencilla que podremos llevar a cabo nosotros mismos, sin embargo, sabes que con el Seguro de Hogar MAPFRE puedes contar con profesionales dispuestos a hacerte la vida más fácil.

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