LO QUE DEBES SABER… |
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Lo primero que haremos será tomar las medidas. Mediremos el ancho y el alto que queramos para el cabecero. Si tenemos mesitas laterales, podemos extender el cabecero hasta detrás de ellas, lo que nos dará la sensación de tener la cama más grande.
Colocar rastreles en la pared
Para no complicarnos demasiado colocaremos unos rastreles horizontales sujetos a la pared. Los rastreles son listones de madera que se sujetan a la pared y sirven para sostener las maderas del cabecero. De esta manera no tendremos que taladrar la pared para cada pieza, sino que atornillaremos todo a los rastreles.
Una vez colocados los rastreles, ya podremos comenzar a preparar las tablas para hacer el cabecero de la cama.
Un cabecero escalonado muy original
Prepararemos unas lamas de tarima o tablones y los cortaremos con distintas medidas de largo. A continuación, iremos atornillando verticalmente los tablones (o lamas) a los rastreles, dejando en la parte de arriba del cabecero la diferencia de longitud entre las piezas. Es decir, para conseguir un cabecero a distintos niveles.
Seguiremos atornillando todos los tablones y nos quedará una figura escalonada de madera a diferentes alturas. Solo nos quedará pintar o barnizar el cabecero con los colores que queramos y que combinen con los del resto de la habitación.
Si pintamos, es recomendable aplicar después un barniz transparente que puede ser mate, satinado o brillante, según nuestro gusto, y que le dará una mayor resistencia al cabecero ante roces y golpes.
De esta manera tan sencilla podremos cambiar la decoración del dormitorio sin hacer grandes obras y, sobre todo, sin gastar más de la cuenta.
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