En la decoración de casas rurales no hay normas fijas, aunque sí elementos indispensables. No tienes por qué guiarte por una única tendencia y ceñirte a ella sin concesiones. Este tipo de construcciones aceptan la mezcla de varios estilos que combinen entre sí, siempre y cuando definan nuestros gustos y transmitan ese sabor característico de las casas de campo.

Encuentra inspiración en estos estilos que te proponemos e intercala, sin prejuicios, elementos y accesorios de otros modelos decorativos.

Estilos para decorar una casa rural

Estilo rústico

Se caracteriza por el protagonismo de la madera, la piedra, el barro y las fibras naturales en su versión más agreste.

En los muebles triunfa el uso de la madera, que aporta solidez y fuerza. Las mesas auxiliares de cajones y las alacenas de madera con puertas de cristal son elementos indispensables en el diseño de los salones rústicos. Las chimeneas, las paredes de piedra o madera y las vigas son las piezas centrales de este tipo de casas.

Los colores más característicos son el marrón, el rojo, el verde, el pistacho, el beige y el teja. No obstante, últimamente se tiende más al uso del blanco.

Estilo provenzal

El estilo de las campiñas francesas destaca por sus paredes encaladas en colores pálidos o con ladrillo visto. Vigas de madera natural o pintadas de blanco. Baldosas de barro cocido o de mármol viejo para el suelo.

Además, sobresale el uso de materiales como la cerámica tradicional y el hierro forjado, o elementos como las cestas de esparto con aromáticas lavandas.

Azul, violeta, verde oliva, ocre, o amarillo azafrán son los colores absolutos de esta tendencia. Pueden verse en los textiles, objetos decorativos y muebles.

Las tapicerías y cortinas presentan estampados de diseños indios del siglo XVII.

Estilo cottage

Este estilo tiene sus orígenes en la campiña inglesa. Se caracteriza por la mezcla de ambientes clásicos y elementos rústicos con guiños a la época victoriana. Para reproducirlo, es clave reflejar la naturaleza y los campos floridos en los objetos de la casa, tales como alfombras, cerámicas, almohadones, pinturas, etc.

Los materiales referencia son la porcelana, el hierro, la forja, la madera, el mimbre y las plantas en múltiples variedades. Los muebles destacan por su marcado acento inglés, y se suele incluir mobiliario de exterior en el interior. Los estampados, por su parte, tienen un corte romántico y se mezclan con tapizados lisos.

Su paleta de colores se basa en todo aquello que recuerda a la naturaleza: marrones, tostados, tonos tierra, y el blanco en todas sus tonalidades. Se pueden añadir pequeñas pinceladas de tonos pastel o de verde, azul marino y rojo, pero sin abusar.

Estilo rústico industrial

Se caracteriza por la mezcla de materiales nobles, como el hierro, la madera, el cuero o la piedra; y la predominancia de líneas rectas muy marcadas. Es fundamental desnudar la estructura de los espacios: paredes de ladrillo, vigas en el techo, tuberías vistas, suelos de cemento u hormigón.

Los colores predominantes son los blancos, grises, beiges y negros.

En cuanto al mobiliario, triunfa lo ecléctico: muebles rústicos de madera sin tratar, muebles típicos de oficios industriales, elementos reciclados, y piezas icónicas. El gran protagonismo lo adquieren las lámparas: grandes y metálicas colgando del techo o trípodes con focos de estudio de fotografía.

Wabi Sabi

Se distingue por encontrar la belleza en la imperfección y por la simplicidad de objetos (pocas piezas, pero muy bien escogidas).

Los materiales más utilizados son madera, fibras y cerámica. Los tejidos son naturales, como el algodón, la lana, o el lino. Las paredes se visten de revoco con mortero y están pintadas en crudo, mientras que los suelos son de barro, madera vintage o cantos rodados.

Los objetos retro y de anticuario cobran gran protagonismo. Esta es la ocasión de lucir con acierto los muebles heredados de los antepasados.

La paleta del estilo Wabi Sabi es neutra, con tonos suaves y predominancia del blanco y los tierra.

Sin duda, un estilo cálido y auténtico perfecto para una casa en el campo.

Estilo nórdico

Destaca por el uso de los materiales en su estado natural, siendo la madera la gran protagonista, tanto en suelos, como paredes y mobiliario. También es clave la utilización de fibras naturales, la inclusión de piezas icónicas nórdicas, y las plantas que brindan ese aire orgánico a cada estancia.

En este estilo, la originalidad es un must. Reinterpreta y descontextualiza los objetos: una silla puede convertirse en una estantería o un baúl en una mesa auxiliar. Usa y abusa de elementos vintage, como máquinas de escribir, escaleras antiguas, o puertas retro; y deja a la vista lo que en otros estilos se esconde, como ropa, utensilios de cocina, lámparas con bombillas a la vista, etc. Complementa la decoración con guirnaldas de luz, espejos apoyados (no colgados), paredes de pizarra…

El color estrella es el blanco, combinado con grises muy suaves y con tonalidades pastel.

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