Por su dureza y resistencia al agua, la madera de roble ha sido muy usada en la elaboración de barcos y traviesas de ferrocarril. Y, desde el punto de vista estético es, para muchos, la madera de referencia. Por todas estas cualidades no parece extraño que se utilizara tradicionalmente en las cocinas de antaño y que ahora, después de décadas relegadas al olvido, haya vuelto a cobrar vida con propuestas más modernas.

Las cocinas de roble son tendencia, sí, pero siempre que vayan acompañadas de detalles que le brinden una imagen renovada, como la incorporación de islas o la mezcla con otros materiales más modernos. Si quieres unirte a esta moda, toma nota de estos consejos de decoración.

Cómo decorar cocinas de roble con isla

La cocina es el corazón de la casa, por eso cada vez más personas apuestan por abrirla al salón y al comedor. Las islas ayudan a crear ese efecto de unidad que se refuerza gracias a la madera de roble, cuando esta está presente en otros elementos de la casa.

Minimalismo moderno

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Las cocinas de roble han vuelto, pero, como decimos, no en la misma forma que hace algunos años. La tendencia ahora es apostar por el minimalismo: maderas lisas, con acabados suaves y sin florituras. Incluso se prescinde de tiradores y de todo aquello que entorpezca a la vista. Para romper la monotonía, elige una isla de un material opuesto, pero con un acabado limpio, como el cuarzo sintético.

Una pincelada rústica

Sobre la misma base de unos muebles de madera de roble sencillos y minimalistas puedes acoplar algunos elementos de las cocinas rústicas para darle un plus de personalidad sin caer en estridencias. Incorpora piedra, metal, baldosas tipo subway, electrodomésticos de corte vintage pero con funcionalidad moderna, un fregadero de cerámica blanca… pequeños detalles que dan un aire completamente diferente. La clave para no caer en el estilo rústico puro es rendirse a las líneas rectas.

Todo al roble

El roble en sus tonalidades más claras representa el color neutro, elegante y versátil que encaja muy bien en cualquier ambiente y cuyo resultado es un espacio luminoso y cálido a partes iguales. Jugar todo al roble, incluso la isla y el frigorífico brinda esa sensación de continuidad y convierte este espacio en el centro neurálgico del hogar. Pero no hay que olvidar la importancia de las líneas rectas, pues de lo contrario se crearía un aspecto clásico y anticuado.

Blanco y roble: el binomio que no falla

La madera de roble gana al entrar en contacto con otros colores, y con el blanco no falla, ya que consigue enmarcar y enfatizar la belleza de este noble material. Si la cocina es pequeña juega con este color para ampliar el espacio e inundarlo de luz. Esta aparente simplicidad da como resultado una cocina impactante y con un diseño equilibrado. ¡Acierto seguro!

Cocinas de roble con un enfoque industrial

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Si añades el color negro y detalles metálicos convertirás automáticamente la madera de roble de la cocina en un aliado para una decoración industrial. Y es que este material es tan camaleónico que puede adoptar cualquier forma en función de los elementos que le acompañen. La clave del éxito es reservar la madera para la isla, de esta forma aportaremos calidez a la zona en la que se reúne toda la familia. Para el toque industrial podemos decantarnos por el acero en el resto de los muebles y añadir taburetes altos, lámparas colgantes o elementos que desprendan ese aroma a fábrica propio de este estilo.

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