San jacobos rellenos de calabacín

Lo primero que habrá que hacer será lavar bien los calabacines y cortarlos en láminas muy finas a lo largo, podemos hacerlo con una mandolina que será la forma más sencilla. Si no la tenemos, el grosor de las láminas debe ser aproximadamente de medio centímetro.

Cortaremos ambos extremos y cada una de las láminas por la mitad. Las sazonaremos y comenzaremos a repartir las lonchas de jamón y de queso.

Colocaremos las lonchas de calabacín en un plato y encima de cada dos o tres (dependiendo del ancho), una loncha de jamón y otra de queso. Taparemos con más láminas de calabacín, como si fuera un sándwich.

A continuación, iremos pasando uno por uno los San Jacobos por la harina, el huevo batido y el pan rallado. Tendremos cuidado de no desarmarlos.

En una sartén, con el aceite no muy caliente, freiremos los San Jacobos, de este modo se irá derritiendo el queso por dentro.

Sobre una fuente colocaremos papel de cocina y sacaremos los San Jacobos, dejándolos sobre el papel para que absorba el aceite sobrante.