Es posible que estés realizando un plato y la salsa no te haya quedado como deseabas, en ocasiones, esta puede quedar demasiado líquida y por lo tanto menos consistente. Si quieres espesar la salsa para que su textura sea más suave y conserve todo su sabor, te proponemos algunos trucos que pueden ayudarte a conseguirlo.

Salsas más espesas

Si una salsa está demasiado líquida el plato que estás realizando puede no lucir lo suficiente. Para conseguir la consistencia ideal, en ocasiones, es necesario espesar un poco la salsa de manera que esta pueda untarse fácilmente con el alimento que vas a consumir o con un pedazo de pan.

Lo más común a la hora de realizar este proceso es optar por la harina de trigo, el principal problema de este ingrediente es que contiene gluten, y, por tanto, será perjudicial para aquellas personas que sean celiacas. Por este motivo, queremos ofrecerte unas cuantas alternativas para conseguir los mismos resultados.

Reducir la salsa

Fuente: http://bit.ly/2nfT47I

Aunque es una de las formas que más tiempo te llevará a la hora de espesar una salsa, es también la mejor opción ya que no requiere añadir elementos que puedan variar el sabor de la misma. Lo primero que debes saber para realizar una correcta reducción es que la cocción siempre debe realizarse a fuego lento sin dejar que hierva. Este procedimiento hace que el agua se evapore y que por tanto los sabores queden más concentrados.  Para realizarlo, será necesario que te tomes tu tiempo y remuevas cada poco para evitar que esta se queme. A continuación prueba para comprobar su sabor y rectifica de sal si fuese necesario.

Maicena

La maicena es una harina elaborada con maíz que tiene un gran poder espesante, una textura similar a la del trigo. Al estar compuesto por almidón, cuando entra en contacto con un líquido, este se hincha provocando que la salsa espese rápidamente, por lo tanto, es conveniente que lo utilices con moderación.

Aunque se puede añadir directamente en la salsa, la mejor opción es que la mezcles antes en otro recipiente hasta lograr la consistencia adecuada en, por ejemplo, tu salsa verde. En un bol, añade una cucharada pequeña de maicena y a continuación, incorpora poco a poco agua fría en la misma medida sin dejar de remover. Debes repetir el proceso hasta que hayas conseguido que los grumos se hayan disuelto por completo. Vierte la maicena disuelta en agua en la salsa y bate constantemente hasta que ambas se liguen.  Calienta la salsa a fuego lento hasta que se encuentre en punto de ebullición y rectifica la cantidad de sal si fuese necesario.

Puré de patata deshidratado

La patata, al contener almidón, es un buen espesante para cualquier tipo de salsa. Si quieres que estas tengan una textura más suave puedes optar por añadir este producto que podrás encontrar en el supermercado en forma de escamas deshidratadas.

Las escamas de patata pueden añadirse directamente a la salsa, pero su incorporación debe realizarse poco a poco. En primer lugar, añade una cucharada pequeña y remueve la mezcla hasta que se incorpore por completo, deberás esperar un poco hasta que esta espese. Si aun así el resultado no es el deseado, sigue añadiendo cucharadas hasta que logres la consistencia adecuada para tu salsa. Por último, cocina a fuego lento y rectifica de sal si fuese necesario.

Huevo

El uso del huevo para espesar salsa será ideal cuando estés realizando postres o cremas dulces, por lo tanto, no dudes en usarlo para unas natillas que han quedado demasiado líquidas, por ejemplo. Lo primero que debes hacer es romper el huevo y separar la yema de la clara. Bate la yema en un bol y añade poco a poco la salsa aun caliente. No es necesario que añadas toda, tan solo la cantidad necesaria para que el huevo quede completamente integrado en ella. A continuación, bate esta pequeña cantidad y añádela a la salsa. Llévala a ebullición y baja el fuego hasta que espese por completo.