Podemos encontrar bisagras en puertas, armarios, ventanas, tapaderas, etc.: son elementos muy útiles y fáciles de instalar, aunque dependerá del tipo de bisagra que utilicemos y para qué la necesitemos.

Bisagras más utilizadas

  • Bisagras de libro: son las más conocidas y resultan muy funcionales por su multitud de tamaños. Se abren como libros y su montaje es sencillo, ya que solo debemos atornillar la bisagra a la superficie. Las encontramos para abrir muebles pequeños como los del salón.
  • Bisagras de piano: son como las anteriores pero de una longitud mayor, además ofrecen mayor resistencia ya que van sujetas por muchos más tornillos. Sirven para abrir muebles más pesados como un baúl o armario.
  • Bisagras de cazoleta: son las más utilizadas y difíciles de montar, pero una de las ventajas es que son regulables. Son perfectas para los muebles de cocina.
  • Bisagras invisibles: se colocan en los cantos de los tableros atornillándolas para que queden ocultas. Su apertura es como un libro.
  • Bisagras sin cazoleta: son iguales que las bisagras con cazoleta, pero estas van atornilladas sin necesidad de hacer ninguna perforación en el mueble.
  • Bisagras de clavija: son fáciles de instalar, ya que van atornilladas al tablero y se abren en forma de libro. Se utilizan en puertas pero son más decorativas que otras bisagras.
  • Bisagras de munición: también van atornilladas a la puerta, pero estas bisagras son más fuertes porque están destinadas a puertas con más peso como las de entrada a la vivienda.

Otros tipos de bisagras comunes

  • Bisagras para vidrio: la instalación se hace creando unos agujeros en la base del mueble para poner en una parte el gancho de la bisagra y el otro lado se coloca en el vidrio.
  • Bisagras de pernio: sirven para abrir puertas y ventanas. Son difíciles de instalar, ya que hay que hacer un cajeado para incorporar las pletinas a la puerta.
  • Bisagras de doble acción: las vemos en puertas de cocinas de vaivén. Son bisagras que permiten hacer un giro más grande.
  • Bisagras americanas: se cierran solas aunque van sin cazoleta. Su instalación es fácil porque van únicamente atornilladas a los tableros.
  • Bisagras de compás o tijera: son útiles para mantener la puerta abierta a un nivel, como la de un garaje o un cobertizo.