La aparición de fisuras en las paredes es un problema muy habitual en cualquier edificación, una patología que se suele producir por múltiples circunstancias pero que todas ellas conducen inevitablemente a tener que reparar las grietas o fisuras de la pared cubriéndolas con algún material de construcción.
Existen varios motivos para justificar la aparición de estas fisuras, desde un movimiento mínimo de la estructura hasta la mala decisión del material empleado en la obra. No solo en las grietas en la pared, sino también en techos e incluso suelos de cemento. Para todas ellas, existe un modo de tapar las grietas o fisuras según donde se encuentren y el material de base donde se manifiestan.
Análisis previo a la reparación
Cuando apreciemos algún desperfecto en cualquier paramento de nuestra vivienda, lo primero que debemos hacer no es ir rápidamente a taparlo con masilla, sino intentar averiguar el origen del problema.
Normalmente, suelen ser por dilataciones o incluso asientos del terreno, pero indudablemente deberíamos llamar a un profesional en patologías como un arquitecto o un arquitecto técnico que realice un análisis en profundidad de los posibles factores que puedan influir en estas apariciones.
Existen problemas mayores como un mal cálculo de la estructura o una sobrecarga de la misma que pueden ocasionar grietas en las paredes y dependiendo donde se encuentren y su recorrido (si son horizontales, verticales, diagonales…) nos pueden indicar donde está el origen del problema.
Este estudio previo es un factor de vital importancia, ya que si tapamos las fisuras sin saber si realmente está resuelto el problema, van a volver a aparecer con el paso del tiempo.
Antes de nada debemos averiguar si la grieta está estabilizada y por lo tanto es susceptible de reparar o por el contrario sigue en crecimiento. Para ello, existen varios métodos de estudio, pero el más habitual consiste en hacer un seguimiento de la misma a través de testigos fechados que nos muestren el avance de la fisura.
Se trata, por ejemplo, de unas tiritas de escayola que al cabo de unos meses reflejarán o no el avance de la fisura. Descubriendo así si ésta sigue en crecimiento o no y a qué ritmo lo está haciendo.
Reparación paso a paso de las fisuras en las paredes
Una vez que hemos descubierto el origen del problema, lo hemos abordado y sepamos que las grietas o fisuras están estabilizadas, pasaremos a su reparación meramente estética. Necesitaremos muy pocos materiales y herramientas y es un proceso que podemos abordar nosotros mismos siguiendo los siguientes pasos:
1. Picaremos la zona afectada retirando el yeso en mal estado con la ayuda de cualquier herramienta que nos sea de utilidad como una rasqueta triangular por ejemplo, y quitaremos todo el polvo sobrante de la pared.
2. A continuación, aplicaremos masilla reparadora rellenando abundantemente toda la fisura con la ayuda de una espátula de emplastecer.
6. Pintaremos toda la pared, no sólo el paño de trabajo, ya que de esta manera conseguiremos un acabado uniforme y haremos desaparecer por completo cualquier marca de la fisura.
Reparar las grietas o fisuras es un proceso muy sencillo y que sin ninguna duda podremos abordar nosotros mismos, sin embargo, es imprescindible contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que responda ante cualquier incidencia de este tipo y nos de la total seguridad y tranquilidad de que los profesionales que diagnostiquen el origen del problema lo hagan de la mejor manera.