Para saber qué tipo de gotelé tenemos, esparciremos agua por la pared y pasaremos la mano. Si se nos mancha con pintura, es que se trata de pintura al temple; pero si no se mancha, será de tipo plástico que aguanta mejor la humedad.

Quitar el gotelé de la pared

Tenemos dos maneras de eliminar el gotelé. La primera solo es útil con el tipo de pintura al temple. Usaremos un producto llamado ecoestabilizador, lo mezclaremos con agua al 10% hasta conseguir una pasta y aplicaremos la mezcla sobre la pared. Esperaremos unos 10 minutos para que actúe y con una rasqueta iremos rompiendo las crestas del gotelé. Rasparemos bien en todas las direcciones y con cuidado de no marcar la pared.

A continuación, pulverizaremos agua para humedecer bien la pared (pero sin que escurra) y con la ayuda de una cazoleta iremos eliminando el gotelé. Una vez eliminado y seca la pared, repasaremos las posibles marcas que hayamos dejado con masilla.

Querer quitar el gotelé es normal, para poner papel pintado por ejemplo, pero a veces se complica, por suerte existen seguros de hogar que incluyen la realización de trabajos de bricolaje en casa.

Cubrir el gotelé para ocultarlo

Otro sistema, con el que ya podremos eliminar cualquier tipo de gotelé, es el de usar productos especiales para cubrirlo. Suelen venir en polvo y hay que mezclarlos con agua para conseguir una pasta fina. La aplicaremos con una llana sobre la pared y la iremos alisando. Si es preciso, repetiremos el proceso hasta dejar la pared perfectamente lisa.

Si queremos mejorar el acabado, una vez seca la pasta, podemos pasar una lija de grano medio. Después, solo quedará aplicar un fondo fijador para que cualquier recubrimiento que apliquemos posteriormente se agarre bien.