Antes de comenzar a pintar la barandilla exterior tendrás que limpiarla y retirar toda la pintura levantada. Si la barandilla está oxidada, lo primero que debes hacer es quitar el óxido con la ayuda de un cepillo de púas metálicas, que puedes adquirir en cualquier ferretería. Parece obvio, pero asegúrate que el día que eliges para poner a punto las barandillas exteriores es un buen día para pintar, sin lluvia ni viento.

Quitar la pintura en mal estado de la barandilla

Aunque la gama de pinturas especiales para pintar sobre metal es cada vez más sofisticada, permitiendo incluso pintar sobre óxido, es recomendable que, para un acabado perfecto, decapes toda la barandilla con un decapante químico o gel. De esta manera, evitarás que las zonas oxidadas sigan dañando el metal que hay debajo de la pintura. Además, presta atención al decapante que compres, ya que puedes encontrar productos tanto para superficies de metal como de madera. ¡No te equivoques!

Imprimación

Si finalmente, decides no decapar –pintando directamente sobre el hierro-, y si la barandilla no ha sido nunca pintada antes, es muy importante que le apliques una buena imprimación con una solución que contenga minio de hierro, que es antioxidante. Por lo general, se aplican dos capas.

Ten en cuenta que hoy en día existen esmaltes que pueden darse directamente sobre una superficie oxidada, ahorrándonos el paso de la imprimación. Además, existen pinturas con acabado rugoso que le dan a la barandilla el aspecto de ser piezas de hierro forjado, pero podemos elegir la que queramos.

Materiales

Una vez hayas limpiado, retirado la pintura vieja, eliminado el óxido e imprimado (si es necesario y pintas por primera vez) es el momento de elegir los materiales con los que vamos a dejar como nueva la barandilla de los exteriores de nuestro hogar.

Lo más recomendable es que utilices un pincel adecuado al tamaño de la zona a pintar. Dependiendo del tipo de pintura que hayas elegido, quizá necesites diluir la pintura en un poco disolvente específico. Brocha en mano, no olvides hacer hincapié en las esquinas inferiores de la barandilla, ya que suelen ser las zonas más expuestas a las inclemencias del tiempo.

Para un acabado final brillante, una vez se haya secado la pintura, puedes aplicar un esmalte especial con la ayuda de un rodillo de pelo muy corto, que dejará la barandilla como nueva.

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Lo que debes saber…

  • Óxido: el óxido en una barandilla no solo afecta a la estética, también puede dañar irreparablemente la resistencia de la misma.
  • Tipos de pinturas: existen pinturas con texturas que le darán un acabado diferente a la barandilla.
  • Revisión: es preciso seguir un plan de mantenimiento y revisar el estado de las barandillas como mínimo una vez al año.