Con tantos aparatos electrónicos, lámparas y electrodomésticos, los cables y los cargadores pueden terminar por invadir cada uno de los espacios de la casa, tal y como sucede con las tuberías vistas. Si quieres disimularlos u ocultarlos, te contamos cómo esconder cables por detrás del rodapié para que no supongan un obstáculo visual o físico y evitar peligros en el caso de que haya niños en casa.

Este sistema evita tener que hacer obras, abrir rozas o instalar antiestéticas canaletas.

Qué opciones existen para esconder cables en el rodapié

Lo más sencillo a la hora de esconder cables detrás del rodapié es elegir rodapiés específicos que incluyen determinados accesorios para esconder los cables con facilidad. Pueden ser de plástico, metal o madera.

Molduras eléctricas

Se trata de pequeños perfiles de PVC que constan de un soporte que se fija a la pared y unos carriles por los que se pasan los cables. Una vez instalada esta parte, se coloca una tapa que oculta los hilos y los cables.

Pueden colocarse sobre los rodapiés de la vivienda o hacer las veces de uno. Además, constan de apliques de diversas formas para poder llevar los cables por ángulos o bordear marcos de ventanas y puertas. Es una opción menos estética, pero más económica que los rodapiés pasacables.

Rodapiés pasacables

Son muy similares a los rodapiés de madera, con la diferencia de que incorporan una hendidura interna por la que se pueden pasar los cables. De esta forma, sirven para ocultar la junta entre el suelo y la pared y, al mismo tiempo, proteger y ocultar los cables eléctricos.

A la hora de fijarlos a la pared, se puede hacer con un autoadhesivo o mediante tornillos. Estos últimos conllevan más trabajo, pero son más fiables y duraderos que los anteriores.

Cómo esconder los cables en el rodapié

Los rodapiés específicos para este tipo de tareas incluyen una serie de accesorios que hacen muy sencilla su instalación.

Para colocarlos, debes cortar la corriente eléctrica de la vivienda, proveerte de las herramientas necesarias y seguir las instrucciones del fabricante, ya que cada modelo puede variar ligeramente.

Rodapiés tradicionales

Si no se trata de un rodapié específico para esconder el cableado, el procedimiento es más laborioso.

Primero, debes retirar el rodapié con ayuda de un cincel y un cuchillo de punta roma. Intenta no dañarlo para que cuando lo vuelvas a colocar no tenga desperfectos.

Si el tipo de rodapié está hueco por dentro, no tienes más que fijar los cables a la pared mediante grapas de pared e instalar de nuevo el rodapié.

Si no está hueco, tendrás que crear tú mismo el camino o guía para los cables. Para ello, haz una hendidura con ayuda del cincel en la parte posterior del rodapié (la que no se ve) y lija la superficie.

Después, coloca el cable por todo el perímetro de la habitación, a la altura de la hendidura que has hecho en el rodapié, y asegúralo con grapas de pared. Coloca los rodapiés en su sitio y fíjalos con adhesivo y mediante clavos.

Por último, conecta de nuevo la corriente eléctrica y comprueba que los aparatos funcionan correctamente.