Materiales

Para empezar a realizar el cemento debes conocer qué necesitas y, sobre todo, en qué medidas para que te quede perfecto. Lo que necesitas es bastante sencillo:

  • Agua.

  • Arena.

  • Un recipiente para preparar la mezcla.

  • Una bolsa de cemento.

  • Una paleta o pala.

Elaboración paso a paso

Ahora que ya tienes todos los materiales, llega el momento de conocer cómo hacer cemento paso a paso. Vamos a ver distintas técnicas que dependerán del tipo que utilices y el uso que vayas a darle posteriormente.

Cemento ligero

En el caso de que quieras realizar un cemento más ligero para emplearlo en tareas de recubrimiento de paredes o ladrillos, necesitarás los siguientes materiales:

  • 2 partes de cemento
  • 1 parte de agua

Para que la mezcla alcance la consistencia necesaria, mezcla bien los dos ingredientes de manera que no queden grumos y logres una pasta homogénea. Para que esta no presente un acabado rugoso y aporte una textura más fina en su aplicación, utiliza una cubeta en la que las paredes internas sean lisas.

Cemento estándar

El cemento estándar se puede utilizar para cubrir muchas necesidades en casa y es el más adecuado para todo tipo de obras de albañilería, por lo que es el más recomendable cuando tienes que hacer reparaciones. Es muy sencillo de hacer, ya que las proporciones que deberás usar son siempre las mismas y son las que te mostramos a continuación:

  • 1 parte de cemento.
  • 4 partes de arena.
  • 1 parte de agua.

Dependiendo de la cantidad que quieras hacer, deberás seguir manteniendo estas proporciones y aumentar cada uno de los materiales empleados para conseguir el cemento que necesitas. Otra opción es que hagas varias calderetas a medida que vayas necesitándolas, ya que su preparación es muy sencilla.

Una vez que conocemos las proporciones adecuadas, tan solo queda mezclar los materiales. Utiliza un recipiente suficientemente amplio para que quepa la cantidad de cemento que vas a realizar en su interior, la mejor opción es que te decantes por un cubo con material flexible.

Pon en el interior de la caldereta el cemento, a continuación añade la arena y mézclalos con la paleta hasta que quede los más uniforme posible. Tras ello, añade un poco de agua y amásalo poco a poco hasta que consigas que los grumos desaparezcan. Recuerda que la mezcla debe ser espesa, por lo que tendrás que mezclar enérgicamente. Con estos sencillos pasos, ya tendrás elaborado tu cemento y listo para utilizarlo.

Como ves, elaborar cemento es muy sencillo y puede sacarte de más de un apuro en casa. Además, si quieres mantener tu hogar en buenas condiciones y sentirte tranquilo, nada mejor que contar con el seguro de MAPFRE para cubrir todos aquellos daños que puedan surgir en tu vivienda.

Principales usos del cemento

El cemento se caracteriza por su fuerza, durabilidad y resistencia. Como hemos visto, el principal uso del cemento en la construcción industrial es el hormigón para muros, ladrillos, suelos, etc. pero existen otras posibilidades, entre las que destacan:

  • El hormigón armado: para construir pilares, vigas, cimientos de edificios, etc. Suele ir reforzado de mallas o fibras, que lo hacen más resistente y es muy habitual su uso en estructuras de naves industriales o edificios.
  • Para suelos: el cemento es uno de los materiales principales. Implica tratamientos basados en el sellado o en el endurecimiento para asegurar un buen resultado del pavimento.
  • Cimentaciones de muros: al tratarse de un material muy resistente, lo habitual es utilizarlo en los muros, tanto si de trata de muros de carga de los edificios, cuyo papel es fundamental para el sostenimiento del mismo, como en otro tipo de muros no tan vitales.
  • Revestimientos: se suele utilizar el cemento pulido, ya que es muy sencillo tanto como de poner como de tratar después. Es muy habitual en todo tipo de superficies: azulejos, madera, cristal, etc. además se trata de un material fácil de limpiar, que impide que la suciedad se acumule en las juntas y válido para suelos radiantes, por ejemplo. Esto hace se convierta en la primera opción para cualquier estilo decorativo.
  • Tabiques: para realizar divisiones en una estructura o habitáculo, lo más normal es utilizar tabiques de cemento, ya que admiten una gran variedad de piezas y medidas.