Nadie piensa que le va a pasar, pero los atropellos de animales son más frecuentes de lo que deberían. Los propietarios solemos pensar que nuestro perro

  • Siempre hace caso cuando le suelto.
  • No se separa nunca de mí.
  • No le quito ojo de encima.
  • No suelo soltarle porque se escapa.

Es lógico pensar que si nuestro fiel compañero está correctamente educado y responde bien a nuestras peticiones, nada tiene porqué cambiar, y ese es el mayor peligro porque:

  • Aunque siempre hace caso cuando le suelto, puede suceder que un día vea a un perro y no obedezca, o que se asuste por un petardo, un coche o cualquier otro ruido y salga corriendo. Un animal asustado no reconoce ni a su propio dueño.
  • Aunque nunca se separa de mí, puede ocurrir que por ejemplo, aparezca un perro más grande, le muerda y ante el miedo, nuestra mascota salga corriendo sin rumbo y sin oír nuestra llamada de auxilio.
  • Aunque no le quito ojo, no podemos controlar que algo le asuste o que durante el juego con otro perros, se vaya más lejos de lo habitual y se despiste.
  • Aunque no suelo soltarle porque se escapa, las correas fallan en tirones imprevisibles, o se salen los collares porque no están correctamente abrochados, etc.

Todas estas situaciones, aunque creamos que no nos van a suceder, son reales y se ven cada día en las clínicas veterinarias. Cuando un perro se asusta, o ve otro perro, o se despista, se puede escapar y no sabrá diferenciar qué es carretera y qué no.

¿Qué debo hacer si atropellan a mi perro?

Si alguna vez nos sucede este terrible acontecimiento, y atropellan a nuestro peludo amigo, pueden ocurrir dos cosas:

  • Que el perro se incorpore y esté como si no hubiese pasado nada.
  • Qué el perro no pueda levantarse y haya evidencias de que el golpe ha sido fuerte: sangrados, fracturas…

En cualquiera de los dos casos debemos acudir a un centro veterinario y cuanto antes mejor.

En el primer caso puede ser que el perro aparentemente no tenga nada, pero ¿cómo sabemos que no hay ningún órgano interno comprometido? A veces las peores lesiones son las internas, por eso siempre es mejor descartar cualquier problema con un especialista.

Los casos más habituales tras un atropellos:

Órganos afectados por el golpe

Vejiga rota

El perro puede levantarse y caminar, aunque le duele muchísimo. Si no acudimos a un veterinario, no podremos confirmar que esté rota por el traumatismo, y esperar al día siguiente puede tener un desenlace fatal.

Bazo roto

Es un órgano que suele verse afectado en caídas y golpes. Provocará un sangrado abdominal. Durante las primeras horas puede que el perro esté como si nada, pero después, si no confirmamos que está todo bien, puede morir desangrado.

Neumotórax

Se produce cuando el aire se filtra en el espacio entre los pulmones y pared torácica. Esto provoca que el perro no pueda respirar. Al principio puede ser leve, pero si no se soluciona, puede acarrear graves consecuencias llegando a provocar la muerte del animal.

Fracturas

En función del golpe que haya tenido, podemos apreciar fracturas de extremidades anteriores, posteriores, etc. Será el veterinario quien mediante una radiografía confirmará qué sucede y procederá a que el traumatólogo valore cual es la mejor forma de solucionarlo.

Heridas abiertas o cerradas

Podemos encontrar rozaduras, heridas abiertas que necesiten sutura, sangrado por boca, etc. Para todo ello, será necesaria su limpieza y desinfección, e incluso en muchos casos suturar aquellas heridas que lo necesiten.

Muchas veces, se recomienda que los perros que han sido atropellados, independientemente de su estado de gravedad, permanezcan hospitalizados las primeras 24-48 horas para poder controlar si existen problemas como sangrados o complicaciones pasadas las horas del accidente.

Además, se instaurará tratamiento con analgésicos y antinflamatorios en cada caso para poder controlar el dolor y las posibles complicaciones que aparezcan.

En estos casos siempre ayuda tener un seguro para mascotas como el de MAPFRE, ya que lo más conveniente, aunque nuestro perro esté en perfecto estado tras el golpe, es hacerle un chequeo completo para confirmar que todo está en orden. Suelen ser pruebas costosas, pero en muchos casos inevitables y siempre tendremos la tranquilidad de contar con la opinión de un experto.