Todos hemos tenido alguna vez dolor de oídos y sabemos lo molesto que puede resultar. Lo mismo ocurre con nuestras mascotas, por lo que es fundamental que, en cuanto detectemos el mínimo síntoma, acudamos de inmediato al veterinario para que pueda aliviarle los antes posible.

Partes del oído

El oído se compone de las siguientes partes empezando de fuera hacia dentro:

  • Pabellón auricular. Es lo que conocemos comúnmente como la oreja: cubierta por pelo en el caso de los canes, por la capa externa y sin él en la capa interna.
  • Conducto auditivo externo. Lo conforma el oído externo. Necesitaremos un otoscopio para poder observar si hay alguna anomalía.
  • Oído medio. Se separa del externo a la altura del tímpano. No puede verse con el oftalmoscopio en consulta.
  • Oído interno. Responsable del equilibrio y de la audición.

Síntomas

En el caso de los perros, debemos fijarnos bien en las señales que nos dan para saber si algo no va bien. Cuando nuestro can tiene alguna patología en los oídos, podremos encontrar los siguientes síntomas (uno o varios a la vez):

  • Sacudida de cabeza de manera continua. Normalmente, giran la cabeza hacia el lado que le molesta. Puede ser de manera continua o a ratos, de forma esporádica, pero claramente es un indicativo de que algo le ocurre.
  • Dolor al tocarle las orejas por detrás. Es evidente cuando éste le hace chillar, quejarse o incluso tratar de morderte cuando no pueden controlar el daño.
  • Ladeo de cabeza. Es clave para detectar en qué oído se encuentra la infección, ya que suele ladear la cabeza hacia el lugar del daño.
  • Rascado de una o ambas orejas en función de la patología. Cuando este rascado es muy frecuente, puede generar también alopecias detrás de las orejas.
  • Olor o secreción de una o de ambas orejas.
  • Decaimiento por dolor si la patología no se trata a tiempo.

Causas y tratamiento

Existen varias causas de otitis o de molestia en los oídos de los perros.

Como su nombre indica, es una inflamación del oído y puede deberse a varias causas. En función de la que sea, se tratará de una u otra forma:

  • Otitis en perros alérgicos. Los perros con problemas de alergia suelen ser más propensos a sufrir otitis crónica. A veces, se observa el pabellón auricular enrojecido o muy inflamado, y eso es clave para saber que nuestro peludo tiene problemas.
  • La presencia de pelos o de acumulación de cera en los oídos del animal también puede generar una otitis. Por ejemplo, en perros de orejas largas o caídas, es más fácil que se acumule humedad, esto provoca la presencia de unas levaduras muy frecuentes llamadas Malasezzia que, de no tratarlas, pueden complicarse con una otitis y generar muchas molestias al animal, así como segregar mal olor.
  • Presencia de cuerpos extraños como espigas. Es un problema frecuente en los perros de orejas largas como los cocker. En caso de detectar una espiga en el interior del oído del animal, habrá que quitarla cuanto antes, y a veces se requiere de sedación, por lo que en la mayoría de los casos hay que poner al perro en manos de un veterinario para que proceda a la extracción. Dejarla en el oído supone que haya problemas antes de lo que esperamos, la otitis es una de las consecuencias, pero además, puede haber otras complicaciones.
  • Parásitos como ácaros pueden generar picor continuo y ser muy molestos en el oído del perro. Además, a esto se suele sumar una secreción, lo que llega a producir otitis severas y muy molestas.
  • Nódulos en el interior del oído o heridas también pueden provocar molestias.

Tratamiento

Si notamos que nuestro perro tiene molestias en los oídos, debemos acudir cuanto antes al veterinario para que, mediante una exploración, pueda confirmar si realmente se trata de una otitis.

El tratamiento variará, dependiendo de la dolencia y podremos utilizar:

  • Limpiadores.
  • Antibióticos y antinflamatorios tópicos.
  • Antinflamatorios sistémicos para controlar el dolor.
  • Antifúngicos.

Siempre antes de su uso, el veterinario debe valorar el tímpano, para evitar en caso de que esté roto que los productos pasen a oído medio y provoque alteraciones por ejemplo, en el equilibrio y la audición.

¿Se puede morir un perro por una otitis?

En un principio, siempre que se trate a tiempo y que sea un veterinario el que se encargue de la dolencia, una otitis no debería ir a más. El problema está cuando lo dejamos pasar y el perro llega a tener una infección tan grande que el dolor es insoportable. Aún así, no hablamos tanto de la muerte del animal como de alteraciones que puede tener en su calidad de vida.

Si conocemos bien a nuestra mascota y observamos ciertos cambios en su actitud y movimientos, no será difícil detectar que el animal tiene molestias y que necesita ayuda. Es importante no dar por hecho nada y acudir a un especialista que aborde el problema desde la raíz. MAPFRE cuenta con un Seguro para Mascotas con una amplia red de Centros Veterinarios donde podrán ayudarte.

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