Los dientes de los perros son una parte muy importante, por lo que debemos tenerlo muy presente desde que nuestro compañero peludo se instale en nuestras vidas.

Los perros al nacer no tienen dientes. Durante la segunda, tercera y cuarta semana empezaremos a ver los dientes de leche. Los primeros en aparecer son los incisivos, después los premolares y después los molares (que son las muelas) y los colmillos.

Estos dientes de leche se caerán y dejarán paso a la dentadura definitiva del perro, que deberemos mantener lo más higiénica posible para evitar problemas posteriores.

Este cambio de dientes de leche a definitivos puede empezar a los 2 meses y terminar a los 6, cuando ya presentan toda la dentadura definitiva. El proceso dura aproximadamente 4 meses y en este tiempo podremos encontrarnos dientes minúsculos por el suelo o ni siquiera darnos cuenta de la caída porque a veces se los tragan.

Los perros tienen un total de 42 dientes, divididos en:

  • 12 incisivos.
  • 4 caninos.
  • 16 premolares.
  • 10 molares.

¿Cuándo limpiar los dientes?

Para iniciar al perro en este hábito, debemos mantener una rutina de higiene dental. Se debe empezar limpiar los dientes cuando aún es cachorro, para que pueda acostumbrarse desde pequeño, sobre todo en razas toy, que están más predispuestas a presentar enfermedades periodontales y a perder piezas dentales por una mala higiene.

Es una responsabilidad seria del propietario, ya que el perro no puede decidir cuándo limpiarse la boca y cómo hacerlo, por lo que seguiremos estas indicaciones:

  • En cachorros: para acostumbrarles a la rutina. Los dientes de leche, como decíamos, se caerán, pero limpiarlos en este tiempo, hará que se mantenga la encía limpia, evitando así, el depósito de bacterias.
  • En adultos: siguiendo este hábito desde que es cachorro. Y si lo hacemos cuando ya es mayor, es conveniente empezar poco a poco, por ejemplo:
    • Primer día 30 segundos.
    • Segundo día 1 minuto.
    • Tercer día 1 minuto y medio.

¿Con qué hacerlo?

Debemos utilizar un cepillo y una pasta dental especial para perros.

Cepillo

En función del tamaño del perro, utilizaremos:

  • En razas muy pequeñas: cepillo infantil suave.
  • En razas grandes: cepillo de adulto suave.
  • Guante dental: permite meter el dedo y utilizarlo a modo de cepillo.

Pasta dental

Son pastas dentales especiales anti-bacterias y anti-sarro. Además, algunas llevan enzimas y autoadhesivos que permiten mantener más tiempo esa pasta en las encías.

Las pastas de humanos están contraindicadas por:

  • Provocan problemas gástricos al tragarla.
  • Presentar flúor que, en ocasiones, puede provocar toxicidad.

¿Cómo hacerlo?

  • El tiempo empleado es esencial: hay que ir poco a poco acostumbrándole y cada vez hacerlo más largo. No es conveniente empezar de repente intentando que el perro se deje durante tres minutos. Pero, lo ideal es limpiar los dientes de nuestra mascota a diario. Si por manejo no se puede, como mínimo habría que hacerlo un día sí y otro no.
  • Se debe tener paciencia y buscar un momento en el que ambos, perro y dueño, estén relajados (por ejemplo, no es recomendable antes del paseo de la mañana, ya que el animal estará más nervioso).
  • Intentar asociarlo a algo positivo: dar premios, caricias, refuerzos positivos cuando se vaya a realizar la limpieza.

Hay que cepillar las dos caras de los dientes, externa e interna. La cara externa siempre será más fácil y accesible.

Podemos intentar dar un poco de pasta en las encías del perro antes de empezar con la rutina, para así, ver su reacción antes del cepillado. Las pastas suelen tener saborizantes, por lo que será más fácil que les guste cuando las prueben.

Antes de empezar directamente con el cepillo, podemos internarlo con una gasa. Para ello, cogemos una gasa con el dedo y limpiamos los dientes como si fuese un cepillo para ver la reacción y que el animal se sienta cómodo con lo que vamos a hacer.

Se debe empezar por los dientes más largos como son los colmillos para que se acostumbre, ya que son los que menos le molestarán hasta entrar en contacto con la encía. La idea es limpiar suavemente y evitar que la encía sangre por hacer fuerza.

Levantaremos los labios y los últimos dientes serán los incisivos, que son los más molestos a la hora de limpiar. Por su parte, los colmillos y los molares serán los dientes que más sarro tienden a acumular.

Si a tu perro no le gusta este procedimiento, lo ideal es parar, premiar y volver a intentarlo pasados unos minutos para que no se sienta agobiado.

¿Qué evitamos al hacer limpiezas diarias?

Si la limpieza no se hace a diario y bien hecha, provocaremos que en la cara del diente se adhiera la placa bacteriana. Esta placa puede eliminarse con el cepillado, pero si no, sobre ella se formará el sarro, que no podrá quitarse en casa y nos obligará a realizar una limpieza con ultrasonidos en el veterinario.

El sarro provocará:

  • Enfermedad periodontal:
    • Gingivitis: inflamación de las encías.
    • Periodontitis: infección de encía que puede llegar a destruir el hueso. Provoca dolor y muchos perros dejan incluso de comer por la molestia que esto les ocasiona.
  • Halitosis: mal olor.

Otros métodos para limpiar los dientes

  • Snacks dentales: son capaces de eliminar la placa bacteriana (aunque no eliminan el sarro).
  • Croquetas que arrastran el sarro al morderlas.
  • Juguetes específicos.
  • Antisépticos o sprays dentales.

La higiene dental puede evitarnos problemas como los anteriormente citados e incluso un olor en casa que en ocasiones no se puede soportar. Lo ideal es comenzar con este hábito desde cachorros para que sea algo rutinario y no nos dé problemas en el futuro.

Además, MAPFRE cuenta con un Seguro para Mascotas, gracias al cual podrás consultar con los mejores especialistas cómo hacerlo de la mejor manera posible y en caso de que tu perro tenga sarro, podrás asesorarte adecuadamente.