Los perros, igual que las personas, sufren dolores musculares, pero los músculos que se sobrecargan en los canes son distintos, ya que ellos son cuadrúpedos.
Partiendo de esto, los músculos más castigados son los que soportan más fuerza durante la marcha, en las extremidades anteriores (triceps braquial, pectorales, deltoides, supra e infraespinosos) y en posteriores (los músculos isquiotibiales y glúteos).

Causas

Los problemas musculares que generan dolor en los perros, sí que coinciden con los de las personas, y son:

  • Sobrecarga muscular: ocurre cuando un perro camina en una postura que no es la ideal. Esto sucede, por ejemplo, en animales con artrosis de cadera. Como el perro tiene dolor, evita cargar peso sobre la cadera, lo que hace que camine ejerciendo más peso en las extremidades anteriores y generando, por tanto, contracturas en aquellos músculos que más peso soportan como es el triceps. Esto puede ocurrir en perros de raza Labrador, Golden Retriever, Pastor Alemán… es decir, razas grandes y que tienen mucho peso.
  • Traumas: lo mismo que ocurre en personas, pueden generarse roturas de fibras musculares en los perros, bien por ejercicios explosivos o por golpes. Estas lesiones son muy difíciles de solucionar en nuestros canes, porque es prácticamente imposible obligarles a estar en reposo y no usar esa extremidad.
  • Inflamatorias: producen una inflamación en el músculo no relacionado con una sobrecarga o traumatismos. Pueden aparecer en enfermedades infecciosas como la leishmaniosis.
  • Dolor neuromuscular: hay zonas donde se unen los nervios al propio músculo. Cuando se ve afectada esta unión, genera mucho dolor y debilidad en el perro. Puede afectar a cualquier músculo.

Hay un factor importante en la fisiología de los perros y es que, a diferencia de nosotros, ellos no tienen clavícula. Esto provoca que al caminar tengan limitados ciertos movimientos como poner los brazos en cruz tal y como hacemos los humanos.

Esto es importante porque los perros que son más brutos en los juegos (con pelotas, frenazos rápidos, etc.), pueden tener una distensión en esos músculos o de esa musculatura (sobrecarga de bíceps).

¿Cómo diferenciar un dolor muscular de un dolor articular?

Cuando acudamos con una cojera de nuestra mascota al veterinario, lo ideal es realizar radiografías para descartar fracturas, artrosis u otras patologías.

Una vez se descarte que no hay problemas articulares, podremos preguntarnos, “¿Cuándo cojea nuestro perro?”, por norma general, las cojeras en frío (según se levantan o al inicio de la marcha) suelen ser articulares, mientras que las cojeras que aparecen después de realizar paseos largos o ejercicio (vuelven cojos del paseo), suelen ser musculares.

¿Cuál es el tratamiento de un problema muscular?

Si el problema muscular es leve, el tratamiento podrá resolverse con antinflamatorios y reposo, pero eso sí, en un largo periodo de tiempo.

Es muy difícil que un tratamiento de este tipo sea rápido, porque en el momento en que el animal nota que ya no tiene dolor (gracias al antinflamatorio), hará vida normal sin darse cuenta de que aún sigue lesionado.

Si la lesión es grave, por suerte cada vez hay más centros especializados en fisioterapia animal donde se realizan terapias muy similares a las que se utilizan en personas.

Siempre que nuestro perro cojee de cualquier extremidad, lo óptimo es acudir a un veterinario para que haga una buena exploración y valore cual será la mejor manera de proceder para solucionar el problema. MAPFRE cuenta con un Seguro para Mascotas, que incluye daños al animal por accidente, robo o extravío, asistencia veterinaria por enfermedad o accidente y muchas más coberturas que seguro que te interesan.