Los cuidados que reciba el cachorro durante sus primeros cinco días de vida son los más importantes y es bastante recomendable que, aunque sólo sea en este período, los tome leche materna e ingiera el calostro en las 12 primeras horas, para absorber sus anticuerpos. Sin embargo, existen circunstancias en las que esto no es posible y hay que saber cómo actuar.

Alimentación del cachorro en los primeros días

El tiempo mínimo recomendado para que se produzca el destete en un perro recién nacido es de unas 4 semanas, pero si no es posible que el cachorro sea amamantado por su madre, tendremos que recurrir a leches artificiales, para que pueda crecer en perfectas condiciones.

  • Usaremos un preparado de leche maternizada especial para cachorros y se lo podemos dar mediante un biberón para prematuros de los usados en bebés humanos, ya que muchas veces los fabricados para mascotas no dejan salir bien la leche.
  • No es conveniente darle leche de vaca, dado que el porcentaje de lactosa es demasiado alto, lo que les podría causar problemas digestivos. Es preferible leche materna de gran calidad o, en su defecto, leche de cabra, cuyo contenido en lactosa es la que más se acerca a las perras.
  • Los primeros tres días se le dará la toma cada 2 horas, tanto de día como de noche. En las siguientes semanas habrá que hacerlo cada 3 horas, siempre siguiendo las dosis recomendadas para no excedernos en la cantidad.

Transcurridas las 4 semanas empezaremos con el proceso de destete, alternando las tomas con biberón con alimentos sólidos, como pueden ser los patés para cachorros o el pienso en grano indicado para perros de esta edad.

Prioridad: evitar la hipotermia

Otro de los puntos a tener en cuenta es la gran propensión a la hipotermia que tienen los perros recién nacidos y que remedia amparándose en el calor que les proporciona su madre, por lo que si no dispone de ella, tendremos que procurar que esté en un lugar con 24ºC – 26ºC, o incluso proporcionarle un foco de calor.

Muy importante también es ayudarles a defecar y orinar, ya que en los primeros días de vida no son capaces de hacerlo por sí solos, así que habrá que estimular frotando suavemente la zona anal y genital con un algodón húmedo para que puedan hacer sus necesidades.

Además, hay que buscarle un sitio adecuado y acondicionado para que duerma y descanse, así como un ambiente saludable y que juguemos con él. Igual que otros cuidados del cachorro, el baño viene más adelante y no urge correr.

Con recomendaciones como estas y sobre todo mucho cariño y cuidado, podemos conseguir que nuestro cachorro salga adelante y crezca de la misma manera que si hubiese seguido el proceso natural de estar con su madre durante los primeros meses de vida.

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