La mayoría de los amantes de los animales que eligen este tipo de mascotas para su hogar es porque se trata de un animal con una personalidad excelente y un tamaño asequible para cualquier piso o apartamento. Aunque el Dutch no responde a una raza de conejo enana, sí que destaca por su pequeño tamaño: en su etapa adulta no suele pesar más de 2 kilos.

Un animal dócil

Los Dutch se reconocen rápidamente por sus peculiares manchas, ya que delimitan partes de su cuerpo y le dan un aspecto muy entrañable, con un patrón de colores muy característico. Muchos de estos conejos tienen uno de sus ojos rodeados de pelo de un color que casi parece que lo llevaran pintado.

Pero además de sus peculiares características, este conejo es conocido por su docilidad, su personalidad cariñosa y tranquila y por su pequeño tamaño. Rasgos que lo convierten en la mascota perfecta para muchas personas que buscan la compañía de un animal pero que, por espacio y tiempo, no se pueden permitir tener un perro o un gato.

El nombre de estos conejos puede dar lugar a equívoco sobre su lugar de origen. El conejo Dutch fue introducido en Inglaterra desde Holanda, de ahí su nombre, en el año 1864 y heredan gran parte del color de sus antepasados, la raza Petit Brabançon. Es probablemente una de las razas más antiguas que se han domesticado, no sólo como mascotas de compañía sino, tristemente, para realizar shows.

Raza muy limpia

En cuanto a sus colores, podemos encontrarlos en negro, chocolate, tortuga, gris acero, gris pálido, marrón grisáceo o amarillo. Su pelaje es denso, corto y muy brillante. Sus orejas están siempre de punta y cuentan también con mucho pelo. Como curiosidad, el temperamento de los machos es más dócil que en las hembras, las cuales son mucho más independientes.

Estos conejos son tremendamente limpios. Se acicalan casi con la misma frecuencia que un gato, están constantemente limpiándose el pelaje, por lo que es muy recomendable cepillarles con frecuencia, especialmente en épocas de muda.

Uno de los aspectos que más debemos atender si tenemos un conejo Dutch es el cuidado de su estómago. Es muy frecuente que se les formen bolas de pelo -al igual que a sus amigos los felinos-, lo que puede provocarle obstrucciones intestinales; de ahí la importancia de peinarles con frecuencia.

En cuanto a los cuidados alimenticios, el conejo debe tener abundante agua fresca, que debemos cambiar a diario y tener limpia. Cuando son adultos hay que racionarles la comida, siempre variada entre frutas, verduras y una pequeña parte de materia seca como es el alimento balanceado, cereales, heno… También puedes encontrar comida preparada con todos los nutrientes específicos para el conejo, pero ten en cuenta que si quedan restos de un día para otro debes eliminarlos porque pierden sus propiedades.