Los cuidados necesarios para una cobaya no son excesivos, pero sin ellos pueden darte algunos disgustos.

Existen diferentes tipos de cobaya, una de las características más comunes a la hora de distinguirlas es el pelo. Como sucede con los perros, existen cobayas de pelo corto y pelo largo. Estas últimas necesitan ser bañadas más a menudo que las de pelo corto, ya que podrían llegar a perder la protección natural que les genera su pelaje.

Higiene y salud de las cobayas

A la hora de bañarlas hemos de tener mucho cuidado para que no les entre jabón ni en los oídos ni en las orejas ya que podría provocarles infecciones y daños. Una manera de que el baño no se convierta en un caos es usar el lavabo para tener a la cobaya controlada y aproximadamente con un par de dedos de agua tibia.

Una vez que esté limpita habrá que secarla bien para que no se resfríe. Si tenéis pensado usar el secador hacedlo con cuidado, las cobayas son animales muy miedosos y podéis causarles un shock con el ruido.

Cuando la cobaya esté limpia y seca habrá que cepillarla, lo ideal es que se haga con un cepillo de metal suave que eliminará el pelo muerto pero no arrancará el sano.

Otro de los cuidados más importantes en las cobaya es cortarles las uñas, aproximadamente una vez al mes para que no se deformen. Las uñas son muy delicadas y tienen gran cantidad de vasos sanguíneos así que lo ideal es llevarla al veterinario para que se encargue de ello las primeras veces y que os enseñe la manera correcta de hacerlo en casa.

La alimentación de las cobayas

Las revisiones periódicas con el veterinario son imprescindibles para que controle su peso, el tamaño y el estado de sus dientes (nunca debemos olvidar que las cobayas son roedores) y descartar la aparición de algún tipo de parásito.

En cuanto a la alimentación, las cobayas son animales completamente herbívoros y requieren de verduras con alto contenido en vitamina C, además de fruta.

Al menos el 60% de su dieta debe estar compuesta de heno aromático para que su salud sea perfecta.