Los canarios son una de las mascotas más populares debido a su carácter afable y su canto armonioso. Además, dado que es una subespecie creada en cautiverio, interactúan muy bien con los humanos, son fáciles de cuidar y su cría es más sencilla de lo que parece. Si quieres vivir una preciosa experiencia y ver cómo los pichones eclosionan de sus huevos, te contamos todo lo que debes saber sobre la cría de canarios, con consejos y trucos para obtener los mejores resultados.

¿Cuál es la mejor época para la cría de canarios?

A los siete meses de vida (las hembras) y a los nueve meses (los machos), ya están listos para el apareamiento, aunque es recomendable esperar el primer año para asegurarse una mejor cría. A partir de ese momento están en el momento óptimo de fertilidad. Pero no crían todo el año: solo en los meses en los que el clima es más cálido y los días son más largos, ya que necesitan mucha luz solar para el desarrollo de las crías. Por ello, lo más indicado es comenzar a emparejarlos en primavera.

La elección de la pareja de canarios

Fuente: https://bit.ly/2Ua3ra1

El primer paso para la cría de canarios es elegir la pareja, una tarea que se debe emprender con un mes de antelación. Es importante que los reproductores sean lo más parecidos posibles (mismo color y tipo), y estén sanos y fuertes. En cualquier caso, recomendamos que te asesores previamente en tiendas especializadas, en asociaciones ornitológicas o con un veterinario. Para diferenciar machos de hembras, observa la zona de la cloaca en la temporada de celo. Si el ave tiene una protuberancia justo en la salida de la cloaca, es macho. Las hembras, por su parte, tienen un abdomen muy liso que se prolonga hasta la cloaca. Además, en época reproductiva, solo cantan los machos, lo que facilita mucho las cosas a la hora de distinguirlos.

Preparación de la jaula

Elige una jaula amplia -de unos 50 cm de largo- con un panel divisorio para que puedas separar al macho de la hembra. De lo contrario, corres el riesgo de que se rechacen antes del apareamiento. Las hembras entran en celo antes que los machos, y si hay muchas horas de luz, pueden hacerlo incluso antes de lo esperado. Por eso es conveniente ponerlas en la zona con menos luminosidad del aviario. Sitúa la jaula en un lugar tranquilo. Y limpia y desinfecta su interior con productos específicos.

El nido: cómo debe ser y cuándo colocarlo

Los canarios domésticos, al criarse durante siglos en cautividad, han perdido el instinto de hacer sus nidos. Por eso debes proporcionarles un portanido, un nido y, además, dejar algunos materiales de nidificación, como algodón o pelo de cabra, para que lo acomoden a su gusto. El nido no debe ser cerrado para facilitar la tarea de revisar los huevos. Cuando veas que la hembra empieza a poner trozos de lechuga de la comida en el portanido, es el momento de colocar el nido y poner a su alcance los materiales.

El primer encuentro

Recuerda que por ahora mantienes al macho y a la hembra en la misma jaula, pero separados por una división vertical. Cuando veas que comienzan a contactar entre ellos a través de los barrotes, ha llegado el momento de quitar la separación. Durante el cortejo hay que vigilar el comportamiento del macho. Si se muestra agresivo con la hembra hay que separarlos y volver a juntarlos pasadas unas horas.

La puesta

Si el cortejo ha sido exitoso, la hembra pondrá los huevos de dos a seis días después. Suelen poner un huevo al día, hasta llegar a 3 o 5 huevos en total. Cuando ya han puesto el primer o segundo huevo, las hembras comienzan a incubarlos. Para que no haya un desfase entre los primeros y los últimos huevos, y que no eclosionen unos antes que otros, hay que recurrir a un truco: usar huevos falsos. El procedimiento es muy sencillo: tendrás que sustituir los huevos originales por unos de plástico diseñados específicamente para cría de canarios. Guarda los verdaderos con cuidado en una caja con algodón, en un lugar fresco y seco protegido del sol, y ve girándolos cada cierto tiempo. Cuando la hembra haya terminado de desovar es el momento de retirar los huevos falsos y colocar los originales para que pueda incubarlos correctamente.

Eclosión de los huevos

A los tres días de la puesta hay que revisar todos los huevos, poniéndolos a trasluz para ver si tienen embrión. Los fecundados se ven oscuros, mientras que los que no tiene embrión se ven completamente claros. Éstos últimos habrá que desecharlos. Tras trece o quince días, por fin eclosionan como puede verse en este vídeo:

A partir de este momento, la hembra estará todo el día en el nido para dar calor a sus polluelos. A la semana, lo hará solo por las noches. Entretanto, hay que proporcionarle todos los alimentos para que se lo suministre a sus crías: frutas, verdura, papilla de huevo, etc., y siempre con un alto contenido en humedad para evitar que los polluelos se deshidraten. Pasadas cuatro semanas de su nacimiento, los pichones ya están preparados para emanciparse. Si son autosuficientes para alimentarse, habrá que mudarlos a su propia jaula voladero y suministrarles la misma alimentación que se le daba a los padres.