Hay diferentes estrategias para abordar con éxito la protección mediante alarma de una casa que tenga mascotas, como perros o gatos, evitando que la alarma salte de forma inadecuada cuando detecte al animal -perro o gato- por la casa.

Para dar con la solución concreta a cada caso, es necesario valorar diferentes realidades como el tipo de casa, la tipología de alarma y sus posibilidades. La clase y fisionomía de la mascota son elementos esenciales para dar con una respuesta adecuada al problema de que la alarma salte y se active por las mascotas.

Calibrar los sensores

Hay sensores en el mercado que pueden calibrarse y ajustar en función de las necesidades concretas del usuario. Son los sensores adecuados para una alarma de hogar en la que resida un perro o un gato de pequeño tamaño, especialmente este tipo de sensores son útiles en el caso de perros de raza pequeña, de un peso inferior a los 20 kilogramos. Es posible programar los sensores para que sólo detecten objetos o elementos en movimiento a partir de un peso concreto.

Los expertos en instalación de alarmas recomiendan que si se opta por sensores que puedan calibrarse, nunca el umbral de actuación se coloque por encima de los 15 kilos. Es decir, los sensores no detectarán elementos por debajo de este peso, pero a partir de los 15 kilos, entrarán en acción, saltando y alertando de la manera elegida por el usuario. Lo mejor, si te decantas por esta opción, es afinar al máximo de acuerdo con el peso de tu mascota y nunca calibrar por encima de los 15 kilos, ya que no será seguro.

Con mascotas de gran tamaño y gatos

En el caso de los hogares donde se tienen mascotas de gran tamaño y peso, los sensores calibrados no son una solución viable y tampoco sería seguro cualquier otro tipo de limitación en los sensores que si no saltan con las mascotas, tampoco lo harán con los intrusos. Lo más recomendable es optar por reservar un espacio exclusivo y sin sensores para la mascota dentro del hogar, acotar un espacio -una habitación, un patio o la terraza, por ejemplo- en la que tendrá que permanecer la mascota, mientras que los dueños estén fuera de casa y la alarma esté activa, para no interferir en su funcionamiento.

Los gatos aunque no suelen tener un peso muy grande, tampoco combinan bien con alarmas con sensores. Aunque se calibren a su peso, el problema son sus hábitos de juego y actividad constante, especialmente cuando están solos en casa. Los felinos suelen saltar a sus anchas sobre los diferentes elementos de la casa, sumando así su peso al del objeto y haciendo que los sensores de las alarman detecten un cambio de volumen sospechoso y, por tanto, entren en acción de manera errónea.

Para evitar este problema y siempre que sea posible, se apuesta como en el caso de los perros grandes, por proporcionar al gato un espacio propio sin sensores en el que el dueño debe obligar a permanecer al felino durante sus periodos de ausencia, cuando la alarma, por lo tanto, está activa.

Limitar la actuación de los sensores

Cuando las soluciones propuestas anteriormente no son viables o en los casos en los que sea posible, seguro y recomendable, los usuarios de alarmas pueden elegir una configuración de alarma diferente y que responda a sus necesidades, limitando la función de los sensores y primando, por ejemplo, el uso de cámaras de vigilancia para asegurar la inviolabilidad del domicilio. De esta forma se puede optar por una alarma en la que los sensores de movimiento sólo entran en acción, si previamente la alarma de la puerta principal, por ejemplo, ha saltado, siendo evidente que existe un riesgo real y un intruso, al margen, de las mascotas en la casa, las cámaras y sensores se activarán para permitir ver qué está pasando.

Siempre es posible encontrar un sistema de alarma compatible con tus mascotas y que no salte de forma errónea por la actividad de tu perro o gato. La alarma en el hogar, especialmente las incorporadas a un sistema domótico de control de seguridad doméstico son siempre un plus en la seguridad de tu hogar y en la de tu mascota, cuya atención puedes mejorar también con un Seguro de Mascotas MAPFRE con las coberturas que prefieras y que necesites para tu perro o tu gato.
 

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