Aunque los caballos destacan por ser animales bellos y muy inteligentes, en el caso del caballo andaluz esto se multiplica por 100. Pero hagamos un repaso por sus características más llamativas.

El origen del caballo andaluz

Muchas hipótesis ha generado el origen del animal más conocido de la cabaña equina española. Para algunos fue una importación árabe, que lo cruzaron con razas autóctonas. Los hay, en cambio, que prefieren especular con un linaje cartaginés. Otros apuntan a que es el mismo equus ibericus ya citado por las crónicas romanas y que habría sido bien aprovechado para servir en sus campañas: su llegada se habría producido de forma natural a través del estrecho, procedente del norte de África. Sin embargo, los ejemplares actuales tienen una procedencia bien establecida. Fueron monjes cartujos quienes en el siglo XIV fundaron la cartruja de Jerez y comenzaron las labores de cría que dieron vida a la raza que llega hasta nuestros días.

Una especie de caballo elegante, bella y sagaz

Para empezar tiene una cabeza de tamaño mediano y muy elegante, con la parte de la nariz y la boca mucho más afilada que la de un caballo normal. Sus ojos son muy expresivos y muy grandes, mientras que sus orejas son también de tamaño medio y con mucho movimiento.

El cuello del caballo andaluz es robusto y musculoso como el resto del cuerpo, ya que si por algo destaca esta raza es por su fibrosidad. Tiene un cuerpo muy bien proporcionado que se corona con una espesa crin que en ocasiones está ligeramente ondulada, lo que le da un aspecto aún más elegante.

En cuanto a los colores, el caballo andaluz suele ser tordo, aunque también podemos encontrarlo castaño encendido y en raras ocasiones el castaño claro, el bayo o el negro. Este último es uno de los más valorados debido a su escasez.

Un caballo de carácter dócil y de fácil trato

Se le conoce por ser un caballo con un buen temperamento y lo cierto es que su carácter es dócil y resulta fácil tratar. Sus reacciones son muy rara vez súbitas y airadas. Y no únicamente cuando ya está entrenado sino desde el inicio. Pero a la vez destaca por ser un caballo activo y contar con una excepcional capacidad de respuesta a las enseñanzas que se le dan.

Por otro lado, se trata un animal fuerte capaz de soportar bien las altas temperaturas y se recupera de diferentes dolencias mucho antes que otras razas.

Cuidados necesarios para el caballo andaluz

Por lo que refiere a su cuidado, el caballo necesitará de un aseo constante en la caballeriza para que su pelaje se mantenga en perfecto estado, al igual que su piel. El aseo es básico para que el caballo esté sano, por eso debemos dejarlo en manos de profesionales o aprender de ellos para hacerlo de la manera correcta.

El cepillado es básico para eliminar barro y suciedad, pero nunca debe cepillarse el vientre, la crin, la cara o la cola, para estas zonas se usan cepillos especiales.

El aceite y la brocha para los cascos deben aplicarse a diario, nos ayudarán a la estimulación y crecimiento de los mismos para que se encuentren en perfecto estado.

Usos del caballo andaluz

Su combinación de buen talante y vigor hace que haya sido siempre muy apreciado como animal de paseo, demandado por todos aquellos que aman cabalgar por placer, pasear por el campo y hacer largas montas.Sin embargo, gracias a su aptitud para el aprendizaje, su cría se orienta también a distintas modalidades de doma, sea clásica, de alta escuela o para rejoneo.